Inglaterra,  Manchester,  Reflexiones

Manchester Day 1

El primer día (medio día) en Manchester (o sea, ayer) estuvo divertido. Me cagué congelando, algo para lo que no estaba preparada. Sabía que hacía frío pero como estaban entrando en primavera asumí que nada, que era algo “otoñal”, pero no. NO. Sabía que viniendo a Manchester, más al norte, iba a hacer más frío que en Londres. Pero cagarme de frío con campera polar más campera de mega abrigo, bufanda y guantes…y VOLARME…nono. Ah, y cómo olvidar la mega lluvia de a ratos. Me agarró re desprevenida, y me dio risa. Así que ayer recorrí un poco la ciduad, a las carcajadas.

Luego, volví al hostel, donde hacía un frío de cagarse y me dispuse a bañarme (tipo 9 de la noche). Cuando estaba en el baño recordé (me quedé en este hostel el año pasado) que las duchas -paren, cuando digo “cuando estaba en el baño” me refiero “cuando ya estaba en pelotas entrando a la ducha”- tenían un sistema un poco particular: vos apretás un botón y sale el agua, un chorro que dura…dos minutos. De más está decir que los primeros chorros salieron congelados y el cuarto salió HIRVIENDO. Así que, me bañé cómo pude, apretando el botón y haciendo todo a las apuradas…y cagándome de risa, obvio.

A la noche, tipo once ya estaba durmiendo. Tipo doce y media me despierto porque escuchaba una risa. Resulta que toda la habitación se estaba riendo de uno de los pibes (somos 10 en la pieza) que roncaba que parecía que se caía el hostel abajo. Onda…no no, JAMÁS escuché un ronquido similar. Me reí con los demás, pero obvio que la risa duró unos minutos. Después ya estaban todos a las puteadas.

¿Cómo no reirme? O sea, podría estar bañándome calentita en mi casa en Argentina, tomando sol y durmiendo en paz y estoy acá, cagada de frío, bañándome haciendo todo tipo de malabares y teniendo que dormir con tapones en los oídos (que dio la casualidad tenía porque me los dieron en uno de los vuelos). Es lo más. Es onda… ¿qué necesidad? Pero nada…me cago de risa. Todas estas pavadas ni las viviría si tuviera mi vida normal. Y si bien no me vendrían nada mal un par de horas más de sueño…no lo cambio (por ahora jaja).

Además, estoy rodeada de gente de todo el mundo (en este momento tengo dos coreanos sentados en frente mío que ni me dirigen la palabra, obvio, pero no importa, son coreanos y están cerca (?)) y por ejemplo, ayer a la noche un venezolano que trabaja en el hostel hizo una comida típica de su país y comimos todos juntos (gratis) y estuvo re genial.

Nada, tenía que contarlo. Todavía disfruto y de hecho ME ENCANTAN estas pavadas de complicaciones cotidianas que tranquilamente podría resolver teniendo una vida normal. Los viajes son esto, no es que me voy de viaje y vivo en hoteles cinco estrellas y mi ducha tiene bañadera. Yo disfruto los viajes porque las complicaciones me divierten 🙂 jaja

Bueno, basta de cháchara, me voy a imprimir CVs y repartir.

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