Deseos viajeros de principios de mes
Corea del Sur,  Motivación viajera,  Reflexiones,  Seúl

Deseos viajeros de principios de mes

Deseos viajeros de principios de mes y qué ganas de todo.

Qué ganas de un road trip. Y de uno bien cliché. Qué ganas de estar en un auto, pelo suelto, britpop music al palo, una birrita (yo no voy manejando) y al frente solo paisajes. Sin ganas de llegar, sin un destino fijo, solo ir. Extraño la sensación de libertad de lo incierto. No sé si es que funciono al revés del mundo, pero mientras la mayoría busca la comodidad de lo seguro, la tranquilidad del anticipo, a mí me pone mal. Necesito no saber qué va a pasar mañana, ni tener nada planeado.

Deseos viajeros de principios de mes

¡Ay, qué pena no poder vivir así! Bueno, no creo que no se pueda, pero creo que en el fondo tampoco estoy dispuesta a sacrificar tanto… ¡ajá! También tengo miedos o un mínimo deseo de tranquilidad.

¿Esos miedos serán míos propios o adoptados a lo largo de la vida? Mmmm ¿cómo saberlo?

Ay, Ángeles, ¡por qué tanta necesidad de tanto todo el tiempo!

Pero no es tanto propiamente dicho… son solo deseos viajeros de principios de mes… es solo la libertad de lo incierto.

Y bueno, ¿no podés conformarte con solo aspirar a comprarte pavadas caras, seguir la moda de turno, trabajar en una empresa y sobrevivir día a día como todo el mundo?

¿Pero eso no es mucho? Económicamente (y mentalmente) hablando digo. Lo que yo quiero es “simple” ¿o no?

¿Te parece simple la libertad de lo incierto?

¿Te parece poco tener que romperte el culo todo el día laburando, estando casi el 70% de tu vida haciendo algo que no querés, para comprarte cosas que no necesitás, para llegar a los 60 y darte cuenta que fuiste un boludo?

Mmmm…ya sé. Estamos hablando de cosas distintas…yo hablo del sacrificio que implica la libertad de lo incierto.

Estamos hablando de lo mismo, yo hablo del sacrificio que implica vivir por vivir.

Entonces tenés que estar de acuerdo conmigo, es mucho sacrificio la libertad de lo incierto: vas a lanzarte en busca de algo no tangible que por ende no sabés cómo te va a ir, perdiendo una estabilidad económica y al no estar segura de nada, es probable que pierdas tiempo al pedo.

Entonces tenés que estar de acuerdo conmigo, es mucho sacrificio vivir por vivir, estás “perdiendo el tiempo”, todo el tiempo. Estás haciendo algo que no te gusta, que te pone mal, pudiendo estar en tu casa con tu familia, o haciendo algo que te haga feliz. Hacer algo que no te llena y sabiéndolo en el fondo de tu corazón que late enojado porque no está conforme, te pone de mal humor, así que el poco tiempo que estás con tu familia y amigos es probable que estés bajón. Seguro tenés las prioridades mal puestas y tratás de disfrutar situaciones que se supone que tenés que disfrutar y en el fondo, seguís con esa angustia que no sabés qué es, pero sí sabés que es. Nada más que tenés miedo de admitirlo.

Y estás todos los días luchando entre el inconformismo actual y el miedo de no poder tomar la decisión. Y así pasa el tiempo.

Ah, y dejame que te corrija la parte de “(…) perdiendo una estabilidad económica y al no estar segura de nada, es probable que pierdas tiempo al pedo”. Si estás tratando de hacer lo que querés (salga bien o salga mal), ningún día es perdido. Los fracasos son aprendizajes, experiencias y cada día es un día dedicado a vivir tu vida ¿de qué tiempo perdido me hablás? No te digo que la paso increíble todos los días, muchas veces la paso mal, pero estoy acá. Y si nunca puedo vivir de lo que me gustaría, bueno, por lo menos lo intenté, y viví mil cosas.

El día que dormí en la calle en Inglaterra, que hacía cero grados (bueno, ahora me cago de risa, habiendo salido a caminar a -13 pero en ese momento no estaba acostumbrada a tanto frío), no te digo que estaba wow qué feliz viva la vida, pero mientras temblaba de frío, emponchada con toda la ropa que tenía en la mochila (toalla incluída) pensando en qué genial sería un café calentito, también me reí. Me reí de mí misma, pensando ¡qué necesidad! Me reí de la gente que andaba en la calle y me dediqué a observar a mi alrededor. Y al día siguiente, que encontré ese hostel milagroso y barato, la ducha que me dí fue una de las mejores en mi vida y nunca la hubiera podido apreciar como lo hice, si el día anterior no me hubiera faltado.

¿Sabés qué, Ángeles que reaparece de vez en cuando a tirarme miedos e inseguridades que están por ahí guardadas? ¡Gracias! Porque, si bien me hacés dudar unos segundos de mis decisiones, terminás haciéndome recordar qué hago acá, por qué lo hago y que sigue siendo la decisión correcta.

COMO TE CABE QUE TENGO MIL ARGUMENTOS EHHH PUTAAAA (?) *se agitaba a sí misma*.

Ya te dije mil veces que el día a día es lo que importa. No hay un “camino a la felicidad” que llega cuando te jubilás. Mmm, bueno, en realidad, si no hiciste lo que querés toda tu vida, cuando te jubilás, te llega “la felicidad” porque ya no tenés que hacerlo más, pero junto con eso te llegan todos los arrepentimientos de haber estado toda tu vida haciendo lo que no querías.

El punto es, vivamos el día a día haciendo lo que queremos. La felicidad es llegar a viejo y decir “fa, hice todo lo que pude”. Seguro me queden cosas por vivir –necesitaría unos 500 años maso para hacer todo lo que quiero– pero haciéndome consciente de la finitud actual del ser humano, quiero llegar a vieja (si el destino no me atropella con un camión o tira el avión en el que viajo a la mierda) con los menores arrepentimientos posibles. Ya dijimos mil veces que no se puede estar 100% bien todo el tiempo, porque pensamos, porque sentimos y porque vivimos mucho. Pero todo eso malo que pasa también hay que vivirlo para ver lo bueno con mayor intensidad. ¿Qué es una ducha caliente si el día anterior no te cagaste de frío en la calle?

¡Vivamos intensamente y que ningún día sea un día más!

 Titín


Tengo un podcast también ¿sabías? Podés escucharlo en SpotifyApple Podcast, , Google Podcast,  y Youtube

4 Comentarios

  • gonzavignoni

    MUY BUENO ANGIEEEE!!!!
    Me encantó este post! Super inspirador! Me encuentro en esa situación entre el disconformismo con lo actual y el miedo por arriesgarse a lo nuevo… me diste mucho para pensar!
    Saludos, genia de la vida!

  • marcandoelpolo

    Me encantó!! Sobre todo la parte de “nunca la hubiera podido apreciar como lo hice, si el día anterior no me hubiera faltado”. Viajando uno aprecia TANTO las pequeñas cosas que antes nos parecían lo más normales. Algo tan simple como tener un techo bajo el cual dormir (ni hablar una cama calentita), un plato de comida rica, una campera con al cual abrigarse, una persona con quien hablar.
    El otro día leía por ahí “Pobre… POBRE… es quien no tiene historias propias para contar”. Cuánta verdad…
    Abrazo grande, y a disfrutar de esas duchas calientes que no siempre están.