Corea del Sur

La guesthouse de Gyeongju

Tengo tantas cosas que escribir sobre Gyeongju que obviamente no puedo hacerlo en un solo posteo. Bah, podría pero…las palabras se van a perder y me gustaría que aquellos que me leen puedan leerlo todo (porque todo vale la pena leer) y no que me abandonen a la mitad del posteo porque los embolé con mis pavadas.

Quiero contar todo sobre mis vacaciones. Todas las ciudades que visité, los lugares que recorrí, y las pavadas que me pasaron, pero que vamos por parte. Sobre lo primero que me voy a explayar es sobre el hostel de Gyeongju.

Hacía mucho que no me sentía de vacaciones. No es que sea una mina repetitiva…

*el público lector mira para los costados sospechosamente*

Bueno sí, está bien, lo soy. Cuando un tema me interesa/me divierte/me importa, soy insoportable.

Pero el punto; más allá de la rutina, el estancamiento, lo repetitivo…creo que caí en el lugar indicado. La verdad que planeé este viaje alrededor de Corea sin tener muchos días, ni plata ni nada fijo y no voy a negar que el lunes antes de empezar a viajar fue: “mmm…es cualquier cosa esto”.

Pero, definitivamente, fue uno de los mejores viajes de mi vida viajera. El mejor viaje dentro de vivir de viaje.

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Y no solo por los lugares que vi (además creo que hasta ahora, Nueva Zelanda se sigue llevando el premio a los mejores paisajes que vi en mi vida hasta ahora) sino por la gente con la que tuve el placer de cruzarme.

Además, no hice muchas cosas turísticas (porque no es lo que busco viajando) y no voy a negar que es medio incómodo llegar a un lugar y cuando te preguntan a dónde estuviste antes, vos le mencionás la ciudad, entonces te dicen “Ahhh, ¿Visitaste “tal cosa?” y vos “eh…no, pero…eh…me prendí a comer con unos coreanos”… y todos “ahhhh” *la miran raro*.

Qué sé yo. No sé, siempre hago lo mismo. Tipo, veo el mapa y digo “ajá, voy a visitar tal cosa” y camino a la “cosa”, hay una calle que me llama la atención, entonces me meto, termino en cualquier lado, pasa el tiempo y nunca llegué a la cosa en sí.

En Daegu, por ejemplo, hay tres millones de cosas que ver y no vi ni la mitad, porque colgué paseando por ahí. Después veo fotos en internet de las cosas y pienso LA PUTA MADRE, ESTUVE AHÍ Y NO FUI…pero, después me acuerdo que estuve “hablando” con una halmoni simpaticona y se me pasa.

En fin. Volviendo al punto.

Gyeongju fue la tercera ciudad que visité en mi tour y es de la primera que voy a hablar porque…oh por Dios, qué genial la pasé.

Llegué a la estación de colectivos alrededor de las once, pelé el gps del celu y me decidí a caminar hasta el hostel. El día estaba soleado, no hacía “mucho frío” y además, no iba a gastar mis wones en un colectivo si aparentemente el hostel estaba solo a 20 minutos caminando.

Cuestión, en el trayecto me crucé con miles de spots turísticos, tumbas, templos, casas a lo hanok y ahí me di cuenta que Gyeongju era la ciudad más coreana de todas, y el corazón me hizo pufffffff. Prácticamente empecé a correr hasta el hostel para poder dejar las mochilas y salir a recorrer, bien exaltada, a lo Titín.

Finalmente llegué a la Gyeongju Guesthouse y fui recibida por Mr. Hur: el señor coreano más copado que conocí en lo que va del viaje coreano. Se recorrió el mundo (como bien demuestran todas las fotos que están pegadas en el lobby del hostel) y le encantan los viajeros. Y encima tienen un perro…o sea, ya está. LO QUE HACÍA QUE NO AMASABA A UN PERROOO.

Apenas llegué, me recibió super alegre (creo yo, contento de ver a una extranjera entre tantos coreanos) y aunque estaban almorzando, no me dejó ir sin sentarse conmigo unos 20 minutos con un mapa y recomendarme absolutamente todo. No sólo eso, sino que además, me prestó una bici (que si se quedan en el hostel, el alquiler está al 50%, pero yo soy Titín (?) así que me vino grati’).

Desde que llegué que me hicieron sentir como en una casa. Tal vez sea que en Seúl, por ser ciudad capital y etc., las relaciones son más impersonales, desinteresadas y cada uno que llega al hostel, vino por algo en particular (90% de las veces a pasar el finde de joda).

En Gyeongju me pasó todo lo contrario. Al principio sí, llegué, no había nadie, así que mapa con recomendaciones y bici en mano, me fui a dar vueltas por ahí totalmente solari.

Seis horas después, llegué al hostel hecha mierda, me bañé y estaba tirada en la cama a punto de irme a dormir, cuando la piba de recepción se tomó el trabajo de subir a buscarme para decirme que “we are having a little party, come!”.

Bajé hasta el lobby del hostel, que es super gigante (perdón, es que no puedo evitar comparar todo con el hostel donde trabajé que ni siquiera tienen lobby jaja) para encontrarme con la mitad de las mesas pegadas una al lado de la otra, formando una única mesa larguísima llena de coreanos dándole a la birra y al pollo sin cesar.

Un poco intimidada (porque cuando abrí la puerta  todos se dieron vuelta, me miraron y empezaron los susurros) me senté en la única silla disponible que había y la incomodidad duró 10 segundos. Entre dueños del hostel y los guests, sentí que estaba ahí hacía meses.

Puede que todo tenga que ver con la combinación de gente que justo se dio en ese momento, pero la verdad que directamente opino, mi estadía en Gyeongju fue de lo mejor de mi viaje por Corea. Lejos. Fue todo a la mega coreana total. Absolutamente todo.

Fue incómodo al principio porque aparentemente estaban todos avisados que había una argentina ahí en el hostel y la verdad que no sé qué se esperaban pero ay, me acuerdo de los primeros segundos y me da vergüenza JAJA.

Tipo mientras caminaba hasta la silla vacía todos me miraban y hablaban en coreano entre ellos y cuando me senté se hizo silencio y yo “eh…hi!” y empezamos a tratar de hablar con los que tenía al lado pero al principio era cualquier cosa. Después (birra y soju de por medio) fuimos perdiendo la vergüenza: ellos de hablar en inglés y yo de usar mi coreano. Y así, uno a uno, todos los de la mesa terminaron, en algún momento, sentados al lado mío para hablarme, preguntarme cosas y sacarse fotos. ¿Por qué? Ah, ¡Qué sé yo! Pero fue una de las noches más divertidas de mi vida.

Gyeongju

Al día siguiente tenía pensado ir a la Namsan Mountain a hacer un par de caminatas y resulta que varios de los coreanos (4, que también estaban solos) tenían el mismo plan, así que arreglamos para ir juntos. En un momento nos perdimos, la caminata resultó ser super avanzada y casi morimos, pero la pasé excelente.

Gyeongju

Terminamos de escalar (contaré detalles paranormales y etc. en el siguiente post) y culminamos la travesía almorzando juntos. De ahí nos fuimos al hostel, nos bañamos y de repente ya era hora de la chi maek party otra vez. Esta segunda fiesta fue un poco menos incómoda, porque ya tenía mis amigos, pero igual tuve que sacarme fotos con los nuevos JAJA.

Cuestión, después de la oppapeada fallida (pueden leer la historia acá), de repente, el Sr. Hur, que estaba bastante entonado entre tanto Soju, Birra y Magkeolli, me agarró de la mano y me arrastró hasta las paredes con las fotos y me contó uno por uno los destinos que visitó. Incluso hasta intentó mostrarme sus movimientos de Tango.

La verdad es que trabajé en tres hostels y jamás viví este tipo de situaciones.

Puede ser también que justo caí fin de semana y el hostel estaba lleno, o que justo la combinación de personas fue excelente, pero por lo menos y según indica la cartelera, la chimaek party se lleva a cabo todos los días, así que creo que este hostel es así toda la semana. ¿Es que hay una mejor manera de fomentar la socialización que no sea con birra y pollo frito y picantón?

Oh Jesús, me acuerdo y se me cae la baba. Lo que me asombró muchísimo es que todos los guests se prendieron. La única ortiva en la habitación era yo JAJA pero es que no me había enterado de la fiesta u.u

Me acuerdo cuando hacíamos las fiestas en el hostel en Seúl y con suerte conseguíamos a la mitad de los guests. Pero bueno, repito, tal vez sea Seúl.

Cuando empezamos a viajar a largo plazo y nos quedamos por primera vez en un hostel, puedo asegurarles que todos pensamos: ESTA ES LA POSTA, CUANDO DEJE DE VIAJAR VOY A PONER UN HOSTEL Y HACER FIESTAS Y REUNIONES Y VIVAN LOS VIAJES Y LOS VIAJEROS. Después se nos pasa porque es alto bardo, pero si hay algo que marca la diferencia en las estadías, es cuando el hostel está manejado por un amante de los viajes y no por alguien que solo vio una oportunidad económica. Entre viajeros nos entendemos.

Cuestión, el Sr. Hur, fue uno de los tantos que después de viajar dijo “pongo un hostel”. Lo abrió hace 5 años y fue la primera guesthouse de Gyeongju. La forma en que me relataba por qué el hostel ofrece lo que ofrece no me la olvido más. Onda, el señor super exaltado y mega alegre viendo que podía practicar su inglés y había encontrado, además, a un público interesado en el tema (o sea, yo) me contaba a los gritos y haciendo movimientos y gestos con la mano super exagerados, como si estuviera haciendo una conferencia: “Durante mis viajes, me he quedado en tantos hostels…TANTOS HOSTELS…y me molesta cuando…DESAYUNO NO INCLUIDO o desayuno que dura dos horas. No no, el viajero llega con hambre. Yo llegaba cagado de hambre, cansado…y del hostel “no, el desayuno dura dos horas”…¿QUÉ ES ESO?, todos tienen que tener desayuno…y acá el desayuno dura todo el día. Si quieren comer antes del check in, les pedimos que donen para una escuela de caridad nomás, pero hay comida para todos”.

 Primera vez que me pasa que los huevos, los aderezos, las tostadas, el té, el café y el café con leche en sobrecito están disponibles las 24hs. En estas situaciones el alma del backpacker vuelve al cuerpo y uno piensa cosas como “liiiiistooooo, almuerzo y cena incluido también. Me compro unas fetas de queso y jamón y estamos todos”. Pequeños detalles que a cualquier viajero en modo rata le alegran el día.

Ay no sé, ¿viste cuando te tratan re bien y te sentís super cómoda, como si conocieras? Bueno eso. Desayuno incluido, cuarto de 4 personas con baño privado a un precio prácticamente a la mitad de lo que sería en Seúl…ahhh, viva, viva el interior.

Encima, el lobby está todo adornado con los carteles que deja la gente agradeciendo la buena onda de la estadía. MALDITOS GORDOS TODOS ADORABLES, POR QUÉ.

En lo que va de estos casi tres años de viaje, estuve en tres millones de hostels y, no es que sea una experta, pero hay ciertas cuestiones que mejoran la estadía y tal vez de hecho, la modifican por completo.

Por decir una pavada, que haya desayuno cuando tiene que haberlo, si está publicitado en la página y está incluido en lo que pagaste es fundamental. Parece una obviedad ¿no? Pero como los hostels y las guesthouse suelen atraer un público joven, es probable que los dueños se aprovechen y te quieran cagar con varias cosas, porque piensan “estos pendejos vienen de joda, les chupa un huevo la vida”. No debería ser así. Si se paga por un servicio, tengas la edad que tengas, tiene que estar garantizado.

Por suerte, en las páginas de buscadores de hostels suelen tener las opiniones de los viajeros y resulta super útil. Eso fue lo que me hizo elegir esta guesthouse y ahora me toca el turno a mí de recomendarla.

Y también recomendarles a ustedes que siempre que la pasen bien pero fundamentalmente MAL, escríbanlo, dejen reviews, que es super útil. No quiero leer recomendaciones de la Lonely Planet, quiero que venga uno de los míos y me tire la posta. Al estilo “el baño estaba re sucio, pero el de la recepción era re buena onda, y encima barato”.

En mis dos primeras ciudades hice Couchsurfing, así que Gyeongju fue la primera ciudad (y la última de este recorrido) en la que me quedé en un hostel. Es que hay solo un Couchsurfer y obviamente está super solicitado porque Gyeongju es una de las ciudades más turísticas de Corea.

Pero en fin, después de trabajar en un hostel, ir como cliente es una situación rarísima y además me da la sensación de que estoy trabajando. Y es como que estoy mirando si los baños están limpios, si el café está nuevo y esas pavadas. Y estaba todo en orden.

Otra cosa que está bueno aclarar es que el Sr. Hur (ay, ojalá todo el mundo pudiera conocerlo…es demasiado genial ese hombre) como una de las que trabajan en recepción hablan inglés. Está buenísimo vivir “a la coreana” pero cuando estás desesperado por información, es esencial que te puedas comunicar.

Ah, y además, como muchos llegan viajando solos, en el lobby hay un cuadernito donde podés escribir tu plan para el día siguiente, entonces algún otro que esté interesado se puede unir. ¿NO ES LO MÁS TIERNO?

Ya sé que parece que me estuvieran pagando porque estoy meta tirar flores, pero no. Voy a tratar de criticar. Mmm. Ah, sí. Algo que nos cagó un poco el ambiente fue que el hostel cierra a las 12 de la noche y vuelve a abrir a las 6 de la mañana, es decir, si te fuiste…pues hasta las 6 no vas a poder volver a entrar.

Así que el sábado a la noche, después de la chimaek party estábamos todos “ehhhhh vamo’ al karaoke/bar a seguir la fiesta” pero teniendo en cuenta que el hostel cerraba y que al otro día teníamos planeadas caminatas a las 9am, no daba salir hasta las 6 y no nos quedó otra que quedarnos en el hostel y encima, después de las 12 ya no se puede hacer ruido. Así que nuestra noche terminó mucho más temprano de lo que debería.

Lo cual me parece un poco innecesario, porque el lobby (donde se lleva acabo la fiesta) está en la planta baja y es la única habitación ahí. Los cuartos están todos en los siguientes pisos (el primer piso para mujeres, el segundo para hombres y el tercero mixto), por lo que el sonido ni siquiera llegaría. Oh Sr. Hur, ¡cópese con la fiesta! Entienda que no puede hacer chimaek party y pretender que todo termine en tres horas nomás.

Cuando busqué los hostels online, esta guesthouse estaba entre las más baratas. Bah, las más económicas eran tres, Gyeongju Guesthouse era de las que quedaba más cerca de la estación, pero lo que me terminó decidiendo fueron las reviews sobre el Sr. Hur.

A continuación les dejo todos los datos y les mega recomiendo que si visitan Gyeongju y el couchsurfer no tiene disponibilidad, vayan a conocer al Sr. Hur, porque la estadía en la guesthouse puede ser un viaje totalmente aparte.

Página oficial: Gyeongju Guesthouse

Mail de contacto: guesthouse1@hanmail.net

Un Comentario

  • Andy

    Jajaja, me hiciste cagar de risa con el “dejen de mirar al coreano y presten atención al desayuno”.
    Sos una genia, hace mucho que leo el blog pero nunca comenté. Me hiciste cagar tanto de risa con eso que aprovecho y te mando las mejores vibras!
    Yo hice la W&H en Australia y hace un año que volví. Es una masa, la vas a pasar genial. Yo ahora en 3 meses me voy para España sin pasaje de vuelta y voy a pasar un tiempo en Europa.
    Saludos!!