Escocia,  reflexiones viajeras

Inspiración y movimiento

Viernes 9 de septiembre de 2016.

Bondi de Glasgow a Fort William.

Inspiración y movimiento, un análisis personal

Durante los (o él) viajes paso por etapas en la que estoy tan sumida en pequeños e irrelevantes problemas que me olvido que mi vida es un sueño constante. Que mi sueño es mi realidad.

Y cuando logro despojarme de las pelotudeces cotidianas soy feliz. De esa felicidad momentánea a que no se opaca con nada.

Mientras voy en el colectivo hacia las Highlands escocesas (sobre las que leí mucho en la facultad y siempre sonaron totalmente lejanas) me vuelvo 14 años para atrás a mi adolescencia y me acuerdo de mi misma con el mapa del Reino Unido en mi casa en Junín, donde hasta ir a Capital Federal era todo un acontecimiento, teniendo siempre dos pensamientos encontrados e igual de fuertes: cuando me valga por mi misma voy a recorrer todo” y “buaaaah, cómo carajo voy a poder recorrer todo”.

Y creo que la razón por la que la mayoría de nosotros tiene ese último pensamiento es que fuimos criados y educados con tantos límites y prohibiciones que pareciera que hacer lo que nos gusta (y no está dentro de los parámetros socialmente aceptados), nos hace feliz y divierte, está mal (a menos que seas un mega crack de la vida: no, no podés ser músico…a menos que seas alto crack y ganes millones). No entiendo por qué no nos enseñan a enfocarnos en lo que nos gusta hacer. Todo el mundo sería excelente en lo que hace. Inspiración y movimiento es lo que nos falta cuando salimos de la niñez y empezamos a transitar esa parte del mundo que busca encasillarnos.

Me niego a creer que existe gente vaga e irresponsable: yo creo que esa gente está simplemente obligada a hacer algo que no le gusta.

Las personas SON MUCHOS MÁS GORDITAS Y BONITAS cuando hablan sobre lo que realmente aman y la pasión le brota de los ojos

Inspiración y movimiento son dos cosas que se retroalimentan. Y lo veo, no solo en mí sino en los demás. Tengo un amigo que es la prueba viviente de esto. Puedo hablar horas con él y es terrible como parece que hablo con dos personas distintas: la que sufre la vida rutinaria y la que habla de los viajes y lo que haría si pudiese.

Y estoy segura que no es el único.

Pero gente sepan que, al fin de cuentas, todos estamos donde queremos estar. Y que las cosas cambien no dependen de nada más que de nosotros

Aunque nos guste pensar lo contrario (y nos haga sentir un poco mejor y menos culpables), les afirmo que el 99% de las personas que están viviendo su sueño y siendo realmente felices es porque ellos mismo lo buscaron. Porque la lucharon y “se rompieron la chucha” (dirían los chilenos) en pos de lo que querían.

La gente que tiene todo de arriba, probablemente no esté haciendo lo que quiere, sino lo que le llegó de arriba. Obvio que está el uno porciento que sí, que justo lo que quería era eso que le llegó de arriba, pero son los menos. Y aún así, los dos métodos son iguales de valederos y las cosas llegan, que es lo que importa, ¿o no? Lo importante es saber que no es imposible (cueste más o menos)

Así que arriba esos corazones frustrados y culpadores de situaciones externas, que están vivos hoy. Que la vida es una, es corta, pero es suya nada más.

*tira una bomba de humo y desaparece*

*vuelve a aparecer pero está todo en penumbras y ahora tiene un micrófono que le hace hablar con eco y grita*

Estás donde estás porque ahí te pusieron tus propias decisiones… pensalo.

*tira otra bomba de humo, ahora multiculor, con música disco de fondo y vuelve a desaparecer*

*aperece para tirar papelitos de colores*

*se va*

Para más inspiración:

Cómo, cuándo, por qué cumplir un sueño 

Guía práctica para vivir


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