el Chaltén
Argentina,  Reflexiones

El Chaltén

¿Qué puedo decir de El Chaltén que El Chaltén no pueda decir de mí?

Los viajes, cambiar, moverte, son puestas a prueba de tu propia existencia. Moverte implica acordarte que estás vivo. Porque no siempre te acordás, es más, diría que la mayoría del tiempo vivís por inercia y no porque seas realmente consciente que estás vivo.

Pero te movés y te acordás. Te das cuenta que la vida pasa independientemente de tus ganas de vivir o de darte cuenta. La vida pasa y vos estás y ambas cosas son independientes entre sí.

Pero un día te moviste. Un día te fuiste, llegaste a un lugar que no conocías, el viento seco te pegó en la cara y sentiste un aroma que no habías sentido nunca. Ahí te acordaste que estabas vivo.

https://www.instagram.com/p/BaudG4ZhXuD/

Un día llegué a El Chaltén. Se daba la gran casualidad que justo 5 personas (3 chilenos, un francés y un argentino) a las que había conocido y con las que había vivido 4 meses en el medio de la nada en Australia, iban a ir a la Patagonia. Cuando vivís viajando es probable que te vayas encontrando con las personas con las que viviste pero en general te encontrás de a una. ¿5 personas de un mismo grupo? Era demasiado para decir que no.

Todo se armó de un día para el otro y yo fui sin mucho más que sacar pasaje.

Yo no suelo vivir por inercia, pero sí soy de esas personas que no miden lo que hacen ni se preocupan mucho en planear. En especial cuando se trata de viajar. Y no porque sea una loca inconsciente, sino porque hace tantos años que viajo que ya aprendí a no planear. Porque planear a veces termina condicionándote tanto que en algunas ocaciones terminás decidiendo no viajar.

Llegué a El Chaltén sabiendo solo el nombre y que quedaba en la Patagonia.

Llegué a El Chaltén creyendo que la iba a pasar bárbaro solo porque me encontraba con mis amigos. Porque soy una fiel creyente de que los viajes son los viajeros y que no importa lo lindo, extravagante o feo que sea un lugar, porque tu experiencia y el lugar lo hacen las personas que conocés.

https://www.instagram.com/p/BWL8owihwMb/

Pero esto no aplica a El Chaltén. Bueno en realidad también aplica pero, básicamente, El Chaltén es por sí solo. No te pide permiso, ni se calienta en darte una buena impresión.

También creo que los viajes nos llegan distinto a todos. Depende lo que cada uno está buscando, qué tan abiertos estemos a aprender, a conocer, a internalizar lo que el paisaje, la gente y las experiencias nos quieren decir, pero honestamente me pregunto, ¿hay alguien que pueda ir a El Chaltén y no escuchar lo que El Chaltén tiene para decir decir? Porque El Chaltén no dice, El Chaltén te escupe en la cara.

Te cuenta verdades de tu vida, la naturaleza, la existencia en general. Te cuenta y vos escuchás atenta. Porque no te queda otra. No se puede no prestar atención a lo que El Chaltén te dice. Como ese profesor de la facu que te cae bien porque sabe de lo que habla, lo explica con pasión y sabés que es buena persona, pero le tenés tanto respeto (y por alguna razón, un poco de miedo) que no se te cruza por la cabeza dejar de prestar atención.

Y El Chaltén también es como un amor platónico. De esos que cuando los tenés en frente y te hablan y te miran a los ojos te perdés. Te vas de tu cuerpo y entrás en trance. Te hacés consciente de la sangre que te corre por las venas, sabés que estás parada enfrente de este pibe, muy cerca, pero que está tan fuera de tu alcance que solo te podés dedicar a mirar y escuchar.

Cada vez que alguien me pregunta qué onda El Chaltén, yo solo cierro los ojos, me muerdo el labio inferior y niego con la cabeza. Es lo primero que me sale. Es como si me hubiese encamado con El Chaltén y me diera vergüenza contar los detalles.

En lo que va de mis años de viaje (este mes cumplo 5 :)) y los 14 países que visité (es que viajo lento, che) ningún lugar me hizo tan mierda como El Chaltén. Digo mierda en el buen sentido eh. Digo mierda porque me destrozó por dentro. Porque estuve 7 días y no me alcanzó. Y al mismo tiempo me alcanzó. Me alcanzó para que me revolviera las entrañas y me viera a mí misma diciendo, afirmando, en voz alta que “quiero vivir acá, no me quiero ir, me quiero quedar”.

Y la gente me mira mientras me muerdo el labio y niego con los ojos cerrados y espera ansiosa que largue algún dato, que cuente alguna anécdota, que les confirme las sospechas.

Y yo solo digo que El Chaltén es de esos lugares a los que hay que ir. Nada de lo que yo diga importa…tenés que ir. Después hablamos.

A mí me gusta hablar de El Chaltén con la gente que ya fue. Como buscando ser parte de una secta oculta que se entiende sin hablar.

El otro día me crucé con una chica acá en Junín y me dijo “Ay pensé que era la única, para mí El Chaltén es mi lugar en el mundo”. Y ambas asentimos con los ojos cerrados mientras nos mordíamos el labio inferior.

El Chaltén

El Chaltén es ese chongo que todas compartimos y al que no le pedimos ni le requerimos exclusividad. Porque no se puede, no la necesitamos ni tampoco la podríamos tener.

El Chaltén está ahí y vos vas. Vas y te quedás, o vas y te vas, a El Chaltén no le importa.

En uno de mis tan pocos días en El Chaltén volvía al hostel donde me estaba quedando y en el patio había un chabón haciéndose unas rastas junto con otros dos pibes. Era de noche, hacía un frío de cagarse, pero escuché que hablaba de la montaña, entonces me acerqué. Tenía los ojos marrones claros y hablaba de la montaña con tanta pasión y respeto que me atrapó. Y me senté en la mesa y escuché, mientras me enamoraba. De él, de la vida, la naturaleza, el tiempo, ese instante.

Resultó que el pibe era un rescatista voluntario que, entre otras cosas, había tenido que ir a buscar (con otros rescatistas) a personas que habían muerto en la montaña. Y habían tenido que cargarlas en camilla, caminando 6 horas sin parar por el medio de bosques, ríos, caminos de ripio. A veces solo eran personas lastimadas, lo que lo hacía un poco más fácil.

No me quería ir de ahí, de esa charla, de ese monólogo. No quería volver a una vida donde la gente habla día tras día de lo cara que está la cebolla en la verdulería de la esquina, de lo monótono de su trabajo, de lo mal que le cae el jefe, del vestido que se puso no sé quién en el casamiento de Tévez. Quiero una vida donde la gente hable con pasión de su día a día, que hable de la naturaleza con amor y se acuerde que está viviendo.

Y entre todo lo que este rescatista voluntario dijo yo solo me quedé con “hay que ir con respeto, porque la montaña no te regala nada”. Porque lo dijo, yo lo escuché y el corazón me latió descoordinado. Porque yo también pienso que la montaña no te regala nada. Ni la montaña, ni la vida, ni el tiempo. Son cosas que existen por su cuenta, que están ahí y transcurren y viven, independientemente de nosotros. No importa si las vemos, si las entendemos, si nos dignamos a apreciarlas. No son nuestras ni nos deben nada. Existen y tenemos que saber disfrutarlas con la misma intensidad que debemos respetarlas.

El Chaltén se mostró ante mí, pero en realidad lo que más hizo fue revelarme a mí misma. Yo llegué a El Chaltén y El Chaltén se paró en frente mío con un espejo.

Vi paisajes que nunca había visto antes, escuché silencios tan pesados que me cortaban la respiración, el aire puro me limpió los pulmones y la crudeza de los picos nevados me hicieron sentir ínfima. Pero El Chaltén me hablaba de mí y mi vida.

El Chaltén me acercó a mi lugar en el mundo.

Hice la caminata del Pliegue Tumbado y cuando quedé sola en el medio del bosque y paralizada por el silencio me senté a llorar de felicidad. O de miedo. O de revelaciones que te aplastan y no te alcanza la cabeza para entenderlas ni el corazón para guardarlas. Cuando sentís que necesitás explotar porque todo lo que te está pasando no te entra en el cuerpo.

El Chaltén me reveló el estilo de vida que quisiera mantener hasta que me muera y la clase de gente que necesito a mi lado. Gente que habla y ama la naturaleza con tanta pasión que los ojos les brillan y se desviven en monólogos apasionados sin que los ojos les pestanéen. Que pueden pasar horas hablando de los colores de los árboles en otoño, de la luna llena, de las estrellas y la fuerza con la que el río avanzaba esa tarde. Porque todos los días son distintos pero solo para aquellos que lo saben ver. Porque las cosas existen de por sí, pero nuestra realidad depende de nosotros.

También me di cuenta que el día que me asiente va a ser en la montaña, que el frío me gusta más que el calor, que las conversaciones tienen que ser profundas y que todos los días van a tener que vivirse como si fuesen el último.

En El Chaltén amé todos los días. Amé el celeste imposible de las lagunas, amé los perros gigantes de montaña, amé la vida y me amé a mí misma.

Amé los silencios en el bosque, el frío a la mañana y a los extranjeros hablando en español.

Cuando me piden que les cuente sobre El Chaltén, niego, cierro los ojos, me muerdo el labio y termino hablando de mí misma.

Es que igual El Chaltén no necesita publicidad. El Chaltén está ahí y va a seguir estando, vayas o no.

Pero hacete un favor y andá. 

Y si te cruzás con la mitad de mi corazón, decile hola de mi parte y asegurale que ya le llevaré la otra mitad.

<blockquote class="instagram-media" data-instgrm-permalink="https://www.instagram.com/p/BaudG4ZhXuD/?utm_source=ig_embed&amp;utm_campaign=loading" data-instgrm-version="13" style=" background:#FFF; border:0; border-radius:3px; box-shadow:0 0 1px 0 rgba(0,0,0,0.5),0 1px 10px 0 rgba(0,0,0,0.15); margin: 1px; max-width:540px; min-width:326px; padding:0; width:99.375%; width:-webkit-calc(100% - 2px); width:calc(100% - 2px);"><div style="padding:16px;"> <a href="https://www.instagram.com/p/BaudG4ZhXuD/?utm_source=ig_embed&amp;utm_campaign=loading" style=" background:#FFFFFF; line-height:0; padding:0 0; text-align:center; text-decoration:none; width:100%;" target="_blank"> <div style=" display: flex; flex-direction: row; align-items: center;"> <div style="background-color: #F4F4F4; border-radius: 50%; flex-grow: 0; height: 40px; margin-right: 14px; width: 40px;"></div> <div style="display: flex; flex-direction: column; flex-grow: 1; justify-content: center;"> <div style=" background-color: #F4F4F4; border-radius: 4px; flex-grow: 0; height: 14px; margin-bottom: 6px; width: 100px;"></div> <div style=" background-color: #F4F4F4; border-radius: 4px; flex-grow: 0; height: 14px; width: 60px;"></div></div></div><div style="padding: 19% 0;"></div> <div style="display:block; height:50px; margin:0 auto 12px; width:50px;"><svg width="50px" height="50px" viewBox="0 0 60 60" version="1.1" xmlns="https://www.w3.org/2000/svg" xmlns:xlink="https://www.w3.org/1999/xlink"><g stroke="none" stroke-width="1" fill="none" fill-rule="evenodd"><g transform="translate(-511.000000, -20.000000)" fill="#000000"><g><path d="M556.869,30.41 C554.814,30.41 553.148,32.076 553.148,34.131 C553.148,36.186 554.814,37.852 556.869,37.852 C558.924,37.852 560.59,36.186 560.59,34.131 C560.59,32.076 558.924,30.41 556.869,30.41 M541,60.657 C535.114,60.657 530.342,55.887 530.342,50 C530.342,44.114 535.114,39.342 541,39.342 C546.887,39.342 551.658,44.114 551.658,50 C551.658,55.887 546.887,60.657 541,60.657 M541,33.886 C532.1,33.886 524.886,41.1 524.886,50 C524.886,58.899 532.1,66.113 541,66.113 C549.9,66.113 557.115,58.899 557.115,50 C557.115,41.1 549.9,33.886 541,33.886 M565.378,62.101 C565.244,65.022 564.756,66.606 564.346,67.663 C563.803,69.06 563.154,70.057 562.106,71.106 C561.058,72.155 560.06,72.803 558.662,73.347 C557.607,73.757 556.021,74.244 553.102,74.378 C549.944,74.521 548.997,74.552 541,74.552 C533.003,74.552 532.056,74.521 528.898,74.378 C525.979,74.244 524.393,73.757 523.338,73.347 C521.94,72.803 520.942,72.155 519.894,71.106 C518.846,70.057 518.197,69.06 517.654,67.663 C517.244,66.606 516.755,65.022 516.623,62.101 C516.479,58.943 516.448,57.996 516.448,50 C516.448,42.003 516.479,41.056 516.623,37.899 C516.755,34.978 517.244,33.391 517.654,32.338 C518.197,30.938 518.846,29.942 519.894,28.894 C520.942,27.846 521.94,27.196 523.338,26.654 C524.393,26.244 525.979,25.756 528.898,25.623 C532.057,25.479 533.004,25.448 541,25.448 C548.997,25.448 549.943,25.479 553.102,25.623 C556.021,25.756 557.607,26.244 558.662,26.654 C560.06,27.196 561.058,27.846 562.106,28.894 C563.154,29.942 563.803,30.938 564.346,32.338 C564.756,33.391 565.244,34.978 565.378,37.899 C565.522,41.056 565.552,42.003 565.552,50 C565.552,57.996 565.522,58.943 565.378,62.101 M570.82,37.631 C570.674,34.438 570.167,32.258 569.425,30.349 C568.659,28.377 567.633,26.702 565.965,25.035 C564.297,23.368 562.623,22.342 560.652,21.575 C558.743,20.834 556.562,20.326 553.369,20.18 C550.169,20.033 549.148,20 541,20 C532.853,20 531.831,20.033 528.631,20.18 C525.438,20.326 523.257,20.834 521.349,21.575 C519.376,22.342 517.703,23.368 516.035,25.035 C514.368,26.702 513.342,28.377 512.574,30.349 C511.834,32.258 511.326,34.438 511.181,37.631 C511.035,40.831 511,41.851 511,50 C511,58.147 511.035,59.17 511.181,62.369 C511.326,65.562 511.834,67.743 512.574,69.651 C513.342,71.625 514.368,73.296 516.035,74.965 C517.703,76.634 519.376,77.658 521.349,78.425 C523.257,79.167 525.438,79.673 528.631,79.82 C531.831,79.965 532.853,80.001 541,80.001 C549.148,80.001 550.169,79.965 553.369,79.82 C556.562,79.673 558.743,79.167 560.652,78.425 C562.623,77.658 564.297,76.634 565.965,74.965 C567.633,73.296 568.659,71.625 569.425,69.651 C570.167,67.743 570.674,65.562 570.82,62.369 C570.966,59.17 571,58.147 571,50 C571,41.851 570.966,40.831 570.82,37.631"></path></g></g></g></svg></div><div style="padding-top: 8px;"> <div style=" color:#3897f0; font-family:Arial,sans-serif; font-size:14px; font-style:normal; font-weight:550; line-height:18px;"> Ver esta publicación en Instagram</div></div><div style="padding: 12.5% 0;"></div> <div style="display: flex; flex-direction: row; margin-bottom: 14px; align-items: center;"><div> <div style="background-color: #F4F4F4; border-radius: 50%; height: 12.5px; width: 12.5px; transform: translateX(0px) translateY(7px);"></div> <div style="background-color: #F4F4F4; height: 12.5px; transform: rotate(-45deg) translateX(3px) translateY(1px); width: 12.5px; flex-grow: 0; margin-right: 14px; margin-left: 2px;"></div> <div style="background-color: #F4F4F4; border-radius: 50%; height: 12.5px; width: 12.5px; transform: translateX(9px) translateY(-18px);"></div></div><div style="margin-left: 8px;"> <div style=" background-color: #F4F4F4; border-radius: 50%; flex-grow: 0; height: 20px; width: 20px;"></div> <div style=" width: 0; height: 0; border-top: 2px solid transparent; border-left: 6px solid #f4f4f4; border-bottom: 2px solid transparent; transform: translateX(16px) translateY(-4px) rotate(30deg)"></div></div><div style="margin-left: auto;"> <div style=" width: 0px; border-top: 8px solid #F4F4F4; border-right: 8px solid transparent; transform: translateY(16px);"></div> <div style=" background-color: #F4F4F4; flex-grow: 0; height: 12px; width: 16px; transform: translateY(-4px);"></div> <div style=" width: 0; height: 0; border-top: 8px solid #F4F4F4; border-left: 8px solid transparent; transform: translateY(-4px) translateX(8px);"></div></div></div> <div style="display: flex; flex-direction: column; flex-grow: 1; justify-content: center; margin-bottom: 24px;"> <div style=" background-color: #F4F4F4; border-radius: 4px; flex-grow: 0; height: 14px; margin-bottom: 6px; width: 224px;"></div> <div style=" background-color: #F4F4F4; border-radius: 4px; flex-grow: 0; height: 14px; width: 144px;"></div></div></a><p style=" color:#c9c8cd; font-family:Arial,sans-serif; font-size:14px; line-height:17px; margin-bottom:0; margin-top:8px; overflow:hidden; padding:8px 0 7px; text-align:center; text-overflow:ellipsis; white-space:nowrap;"><a href="https://www.instagram.com/p/BaudG4ZhXuD/?utm_source=ig_embed&amp;utm_campaign=loading" style=" color:#c9c8cd; font-family:Arial,sans-serif; font-size:14px; font-style:normal; font-weight:normal; line-height:17px; text-decoration:none;" target="_blank">Una publicación compartida por Angie | Travel Content Creator (@titinroundtheworld)</a></p></div></blockquote> <script async src="//www.instagram.com/embed.js"></script>

Tengo un podcast también ¿sabías? Podés escucharlo en SpotifyApple Podcast, , Google Podcast,  y Youtube

10 Comentarios

  • Ximena Vazquez

    Dios mio es leer lo que me pasa exactamente a mi con el chalten jaja, nunca me habia pasado en otro lugar, y puedo decir que viaje bastante ppr el pais… Fue ir con mis hijos el año pasado y no poder esperar que llegaran de nuevo las vacaciones para volver… Tus palavras es lo que a mi no me sale describir ese heemoso lugar, muchas gracias ppr hacerlo, pido permiso para compartir tan hermoso relato!

  • Roberto

    He leído su post con una sonrisa brillante desde mi corazón….hago sus palabras las mias….viajé mucho en mi vida, sin embargo Nunca un lugar, una energia, un sentimiento más que todo me tocó tanto cuanto en El Chaltén….dos veces ahí, lá ultima hace tres, TRES dias….y mientras viva, seguro no será la última…hasta que de allá no vuelva más….el silencio elocuente, el Cielo único, el água que fluye y baila contento, cómo si no hubiera lugar melhor…y no lo hay en verdad…así como para los pájaros, lá fauna y lá flora divinas que en eso paraíso en lá tierra siguen orgulhosos, como yo, y los que tienen o tuvieren la Fortuna de conover, y sí, se Reconocer en esa Dádiva de Dios, en la Madre de Todas las Madres, lá Naturaleza, que en Chalten se veen en su forma mas genuína, mas Bella, cómo, y así és, si Dios lá hubiera diseñado con sus gloriosas manos….una vez conoces el Chalten, nada y Nadie más és lo mismo….Gracias mi Dios por las oportunidades ofrecidas….hasta Pronto mi Casa….

  • Celia

    Llegué acá buscando “irse a vivir al chaltén” y me causó mucha gracia tu post… me decían exagerada a mi porque decía cosas parecidas a vos jajaja. Fue la primera experiencia en la montaña de mi hija, que era muy chiquita, y fue mi confirmación de que la montaña tiene algo que nunca va a tener ningún otro paisaje para mi. Mientras estaba allá, creo que dije un millón de veces “Este es mi lugar en el mundo”. Para los que “odian” la montaña, es difícil de explicar.
    Me dieron más ganas de volver que antes después de leerte jajaja.