¡Feliz mes en Seúl para mí!

Diría “feliz mes en Corea”, pero sólo estuve en Seúl y por lo que me han contado, es muuuy distinta al resto del país, así que hasta que no visite otras ciudades me voy a remitir a hablar sólo de Seúl y los coreanos de acá; para no meter a todos en la misma bolsa…UNA BOLSA LLENA DE COREANOS GORRDOOOSSSS.

*luces de néon* WARNING!: Este post va a contener muchos links a otros posts porque es más fácil (y corto) que ponerme a explicar todo.

Algo que caracteriza la vida de viaje es la forma en que percibimos el tiempo. Por un lado pasa rapidísimo pero por el otro, se podría decir que un día de viaje equivale a un mes en una vida rutinaria. Voy a hablar de mis opiniones mejor, no quiero decir “esto es así y asá”, PARA MÍ, la vida de viaje es así. Estoy hace solo un mes y siento que estoy acá hace mínimo medio año. Porque pasó de todo, porque ya me siento como en casa –que es algo que tampoco me cuesta tanto–, porque me da la sensación que mi estadía en Manchester fue hace dos años atrás, ni en pedo me entra en la cabeza que fue solo el mes pasado.

Es la primera vez en la vida que estoy haciendo algo que ansiaba tanto en el momento en que lo deseaba, es la primera vez en la vida que logro hacer realidad un sueño en el momento en que lo sueño: es un sueño contemporáneo. Toda la vida había querido viajar y lo logré recién 10 años después. Toda la vida había querido ir a Inglaterra y lo logré 10 años después, y si bien seguía siendo un sueño, ni en pedo estaba tan intenso como cuando tenía 16 años. Inglaterra, más que un sueño, pasó a ser una deuda pendiente. La primera vez que llegué fue increíble y fui feliz, pero la sensación fue como de alivio, como de paz interior.

Mientras estaba en Nueva Zelanda y tenía que planear mi destino antes de encontrarme con mis viejos en Alemania para ir al Oktober Fest (que qué bien la pasé, por Dios…QUÉ BUENA ESA BIRRAAAAAAAAAAAA) pensaba ¿a dónde carajo puedo ir? Tenía plata para un lindo viaje y lo primero en mi cabeza fue ME VOY A COREA, YA FUE, ESTOY CERCA, NO VA A SER TAN CARO, COREA COREA COREA. ¿Pero qué pasó? La coreana con la que vivía me dijo que tenía que saber coreano sí o sí porque si no la iba a pasar mal, justo fue una época en que las amenazas de Corea del Norte estaban a pleno (cuando tooodos los chistes online sobre Kim Jong-Un eran furor) y como iba a ser mi primer viaje sola (mi ex-novio, con quien viajé a Nueva Zelanda, se volvía a Argentina) me terminé cagando en las patas y terminé en Inglaterra.

¿Por qué terminé en Corea ahora? Por varios motivos. Pero voy a remarcar dos en particular.

Motivo namba (pronunciación bien británica) wan: Después de viajar varios meses sola, ya le perdí el miedo a todo. No es que voy por la vida metiéndome en cualquier lado eh. Al contrario, soy mucho mas consciente porque sé que estoy básicamente sola en el culo del mundo y si me pasa algo (TODOS SE TOCAN SUS RESPECTIVAS TETAS Y HUEVOS IZQUIERDOS) va a ser un bajón. Pero tengo miedos realistas. Y empecé a hacerle caso a mis propios miedos, no dejar que los miedos de los demás se proyecten en mí. Desde que viajo sola empecé a hacerle caso a mi intuición que hasta ahora me funciona perfecto.

Motivo namba chu: Mientras estaba en Inglaterra (en esta segunda vuelta), desde el día dos tenía una sensación interior rarísima. Sabía que mi plan de recorrido y conquista mundial (?) era lógico pero no estaba armonizado al 100% con mis sentimientos. Tenía un antojo/obsesión con Corea insoportable. Pero pensaba no no, no tenés plata, lo lógico es trabajar en Inglaterra, ganar libras, y ya que estás por esos lados, recorrer Europa. De ahí a Australia a trabajar y juntar más plata y de ahí a Asia. Es super lógico y obviamente la hubiera pasado increíble backpackeando por Europa (que ya lo voy a hacer porque quiero recorrer todo el puto, hermoso y gran mundo que tenemos), pero no era lo que tenía antojado en ese momento. También pensaba esperaste diez años para Inglaterra, no te cuesta nada esperar dos años para Corea, calmate un poco, loca de mierda.

Cuando todo empezó a salir para la mierda en el Reino Unido, los conflictos internos se hicieron muy fuertes. Mi pobre cabeza era un mambo total entre lo lógico, los sentimientos, los miedos, las mil hipótesis y posibles soluciones. En el fondo sabía lo que quería, pero no me animaba a dar el paso. Básicamente el problema principal era la plata (que lo sigue siendo. No tengo plata para volver a Argentina siquiera) y me daba bronca. Pero bueno, formo parte del mundo y del maldito sistema y sé que funciona así.

Pero un día, uno de los días más conflictivos en Manchester (día en que escribí este post que es uno de los que más me gusta *se pone colorada porque le cuesta mucho hablar bien de sí misma*), tuve una charla con una de las bloggeras de viaje con las que más me entiendo, porque también anda sola y pobre por el mundo jaja pero siendo feliz (hablo de Magalito de Caminomundos) y me dijo pero boluda, ¿si te morís mañana qué pasa? ¿Qué tan importante son esos miedos? ¡Ponelos en perspectiva! Ahí la cabeza se me abrió en mil pedazos y los días que siguieron fueron terribles internamente. Sentía una combustión en todo el cuerpo que estaba a punto de estallar y por un lado tenía ganas de mandar todo a la mierda y simplemente decir Angie pasional, dejo mi vida en tus manos, haz lo que quieras. Y me costaba horrores, sabía que tenía que hacerlo y en el fondo sabía que lo iba a hacer pero tenía un miedo asqueroso.

Primero porque iba a ser el primer gran GRAN salto de mi vida porque me estaba viniendo por primera vez a un país con una cultura super distinta a la mía y del que no manejo el idioma. No tenía amigos ni conocidos ni nada y no tenía plata. Era el primer mega riesgo que iba a tomar. O sea, tengo una vida “riesgosa” hace dos años pero esto era lo más extremo hasta ahora. Pero lo que más me daba miedo era saber que iba a cumplir un sueño en el momento en que el sueño estaba en plena ebullición.

Nunca me había pasado. Siempre logré mis metas varios años después. Bueno, salvo ver Oasis en vivo por primera vez que fue en el medio de la obsesión adolescente. Pero es como que fui por la vida con una bucket list y cuando cumplía mis sueños, eran más deudas pendientes que un sueño en vivo y en directo. Y entonces estaba en Inglaterra y pensaba en eso; y me daba miedo. Me daba miedo cumplir un sueño tan real y tan vivo. Pensando en si me iba a desilusionar, en si llegaba y la pasaba mal. En si valía la pena tomar semejante riesgo y venir y después tener que llegar pobre (más pobre) a Australia y arrepentida y complicada con la vida.

Remarco en la concepción del tiempo cuando se vive de viaje, porque fueron días re angustiantes y muy sentidos que me da la sensación que fueron meses pero en realidad todo se reduce a dos semanas. Nunca viví tan intensamente. Tuve charlas del mismo estilo con varias personas y todos eran boluda, ya fue, ¿qué carajo te da miedo? Si sabés que te las podés arreglar.

Entonces me di cuenta que me faltaba solo un paso: romper la barrera entre mis conflictos internos. Decirle a esa parte lógica de mí “escuchame una cosa, pedazo de salame rancio, hace dos años que estás viviendo intensamente…¿Desde cuándo volviste a tener miedos? ¿Desde cuándo estás otra vez pendiente de cuestiones tan superficiales? ¿Cuándo se te desacomodaron las prioridades? ¿En qué momento dejaste de vivir el día a día y estás planeando un futuro que no existe y que si te morís mañana nunca va a existir? ¿En qué momento perdiste la confianza en vos misma? Me enojé conmigo, me puse una fecha límite, arranqué con el desafío de los 16 días y cuando me di cuenta que lo único entre mi sueño y su realización era simplemente yo (y no ninguna de las miles excusas que estaba poniendo), me auto escribí una carta (otro de mis posts favoritos) y a los dos días me compré el pasaje jaja posta que motivando soy re buena(?) logré autoconvencerme.

Ah, punto a parte, no, paréntesis en el medio (?). Por todo esto no me gusta que me tengan envidia. Entiendan todo el camino que me trajo hasta acá. No estaba en Argentina tomando sol y disfrutando de mi jacuzzi privado y le pedí a mi mayordomo Oh, discúlpeme Alfred, hoy me apetece ir a Corea del Sur, sería tan amable de venir a buscarme en mi jet privado y llevarme hasta allí, se lo agradeceré en su próximo sueldo. Estaba pasándola horrible en Inglaterra, sola, sin plata y encima hasta siendo robada en dos ocasiones. Y junté huevos y me vine, sin plata, sin planes, sin conocidos, SIN NADA. Por suerte está saliendo todo bien, pero si salía todo mal…la iba a pasar horrible jaja. Así que les juro que basta…BASTAAAA de decir que me envidian. Detesto esa palabra, tanto como arrepentimiento. Dos cosas que no deberían existir. Basta de envidiar y arrepentirse de no hacer cosas. Todos a full enfocados en sus propios sueños.

Retomando el tema del día (?), hoy hace un mes que estoy acá y por ser la primera vez que estoy en sintonía con un sueño, me siento en un limbo total. Todo es surreal. El día a día. Es increíble. Yo soy feliz con pavadas, porque o sea, tampoco es que me pasan cosas mágicas todos los días eh, nada que ver. Pero soy feliz con lo simple y no sé, por ejempleo, recién el ex manager N (ya no trabaja más) me compró un café porque le di bocha de información sobre Inglaterra y Nueva Zelanda y nada, me trajo típico café coreano y fui feliz. Hacía MESES que no tomaba un café posta comprado en un café, traído en vasito de cartón (?). Soy feliz cuando hay un coreano con paraguas en la calle. Hoy llueve y esto tomando mates (ahora que tengo yerba todo mate todo el día) y soy feliz.

Mi jefe (el que no habla inglés) me pregunta todo el tiempo si estoy bien acá, si no estoy unconfortable en Corea, por el idioma y porque estoy sola, si la gente en la guesthouse me trata bien, si no extraño. Como que están todos preocupados por mí y no entienden cómo estoy tan feliz jajaja es como que cuando me pregunta si estoy bien yo le digo SÍII ¿POR QUÉ? ¿ME VAS A ECHAR? ¡NO ME ECHES POR FAVOOORR! Y nos reímos.

Realmente desde Nueva Zelanda que no estaba tan simplemente feliz. Porque me gusta la simpleza de la vida que estoy teniendo. De todas formas, acá es todo de mi parte jaja. Porque los coreanos no son simples en lo más mínimo. No existe el relax que tiene la gente de Nueva Zelanda. Es como que en Nueva Zelanda el ambiente me ayudó a aprender a ser feliz con poco, porque allá son así, y gracias a eso, ahora puedo ser feliz acá, aunque los coreanos sean unos obsesivos. Los coreanos de Seúl. Asumo que en el interior del país deben vivir super simple.

Pero en fin. Realmente estoy siendo plenamente feliz y en total concordancia entre corazón y cabeza. No hay nada mejor que cumplir un sueño en el momento en que ese sueño está pleno en el corazón. Creo que incluso si lo del proyecto no sale y me tengo que ir a Australia corriendo a juntar plata para no dormir en la calle y morir de hambre (?), este mes acá fue uno de los mejores meses de mi vida y no me arrepiento en lo más mínimo.

Igual, mi antojo coreano está más a full que nunca así que va a costar bastante que me saquen de acá por ahora, le voy a poner todas las pilas del mundo, aunque tenga que dormir menos de 5 horas por día como vengo durmiendo hasta ahora. Por un lado es como que ya estoy super feliz y si me tengo que ir me voy contentísima de lo vivido pero al mismo tiempo…DE ACÁ NO ME VOY POR AHORA…así que, con mi antojo escorpiano y testadurés probablemente me quede largo tiempo jaja

En fiiiiiiin, ya van 4 hojas del Word así que, resumiendo. Uno de los mejores meses de mi vida, estoy super agradecida conmigo misma por haberme animado a venir. Y desde que esto acá, estoy super agradecida por todos los que me leen y me mandan vibras positivas y estoy feliz feeeliiiiiiiz de poder estar transmitiendo tan bien lo que siento. Me encanta que se identifiquen y puedan más o menos entender mis sentimientos. Me encanta poder ser una inspiración para que se animen a cumplir sus sueños.

Seúl es definitivamente mi lugar en el mundo en este momento. No porque sea mágico, ni mucho menos. Es porque está en concordancia con las pequeñas boludeces que me hacen feliz.

En este mes aprendí muchísimo sobre mí misma (algo que me encanta de vivir de viaje) y espero seguir aprendiendo y descubriendo muchísimo más, sobre mí y sobre la vida en general.

De nuevo ¡GRACIAS! Saber que no soy una loca de mierda que habla sola es un alivio.

¡Feliz mes en Seúl para mí y para ustedes! (?)

Con amor coreano,

Titín!