Christchurch,  Días de Abecedario,  Dinámicas Creativas,  Reflexiones

C de Cambios, C de Cultura, C de Carrete, C de Chile

C de colores, C de caminos, C de comprensión…ahora voy para atrás A de aprendizaje…y también voy para adelante…P de Prejuicios…SEÑORA MAGALITA NO SE ENOJE…pero usté fomenta mi creatividad y mi creatividad es rebelde…como buena escorpiana que soy me cuesta un poco seguir las reglas y de hecho me gusta romperlas por el simple hecho de saber que no se puede hacer…u.u perdón.

Hoy es martes. Hoy va a ser mi último martes laboral en Nueva Zelanda…no lo puedo creer…y todo este Nueva Zelanda se termina me lleva a analizar todos los cambios que viví en este viaje. Cómo crecí, cómo lloré, cómo reí, cómo sentí, cómo dejé de ser la que era para ser otra totalmente distinta. Tal vez una versión mejorada de mí misma… algo que pensé que era imposible…onda…si siempre fui la más mejor (?).

 Uno de mis grandes y mejores cambios fue el desprejuiciarme. Nunca fui una persona totalmente prejuiciosa, de esas que dan asco. Pero sí nací y crecí en una ciudad que fue prejuiciosa conmigo, que me encasilló. Crecí con chicos prejuiciosos, adolescentes que clasificaban y ponían etiquetas que la persona nunca se iba a poder sacar. Entonces siempre tuve una lucha interna, entre lo que yo creía y en lo que quería creer para agradarle a esos chicos. Y por más fiel que quisiera ser a mis principios, en ese momento, como buena adolescente, lo único que quería era pertenecer.

 Cuando me mudé a Capital, las personas eran más “liberales” pero los prejuicios seguían. Como a mí ya no me interesaba pertenecer en ningún lado porque tenía asumido que era una ezpezial que vivía en un mundo aparte, no me hacía mucho drama con los prejuicios a mi alrededor, simplemente hacía oídos sordos. Pero algo que me llamaba la atención es el odio que algunos tenían con los chilenos.

 Yo jamás había conocido gente de Chile (hasta que me vine a Nueva Zelanda) y la verdad es que tampoco me había interesado en el país en sí, es como que mi mirada siempre había estado posada en Europa.

 Volviendo al odio, lo que me daba bronca era la razón: todo el quilombo con Malvinas. O sea, sí, fue una forrada…¿pero qué tienen que ver todos los chilenos? Los que nacieron después, los que estaban en contra, los que eran chiquitos, los que ni se enteraron qué pasaba ¿qué sentido racional tiene meter a todos en una misma bolsa? Sí he visto comentarios de chilenos que dicen que todos los argentinos somos una mierda y que nos merecíamos que nos hundan el Belgrano y que bla bla bla…y ahí aplica el mismo criterio que: son tan lo mismo que los argentinos que dicen que todos los chilenos son unos traidores. Son personas prejuiciosas, incultas, de mente pequeña.

 Lo peor de todo es que si tuviera que seguir el criterio de los argentinos que piensan que sólo tenemos que relacionarnos con aquellos países con los que nunca tuvimos problemas…como argentina me tengo que pegar un tiro porque creo que básicamente tenemos problemas con todo el mundo. Por corruptos, por vagos, por siempre tratar de zafar. Si nos hacemos los capos prejuiciosos y metemos a todos en una misma bolsa…sinceramente tendríamos que relacionarnos solo con nosotros mismos.

 Por suerte no soy así. Por suerte tampoco conocí tantos argentinos así, por suerte siempre fueron los menos. Por suerte sé valorar persona por persona y no basarme en hechos históricos decididos por políticos que poco tienen que ver con alguien que puedo llegar a conocer en un viaje. Y llegado el caso, si me cruzo con un chileno que me discrimine por argentina, pues se las verá conmigo (?), se borrará de mi lista de interés, pero esa persona en particular, no todos, no el país.

 Pero en fin, hablando un poco de los chilenos que conocí, que fueron bastante (son plaga como nosotros en Nueva Zelanda), me cayeron todos re bien. Al principio me costaba entenderlos porque además de que tienen un vocabulario propio, hablan rapidísimo y con tonada así que se complicaba. Pero con el tiempo mi diccionario chileno-argentino empezó a tener forma, mi oído se agudizó y ahora me puedo comunicar sin problemas.

 Creo que definitivamente lo que más me gusta es su vocabulario. Todas las palabras son buenísimas, algunas parece que las hubiera inventado yo (?). Entre mis favoritas están: queque, carrete, cuático, bacán, tinca, guata, copete. También me encanta que por ejemplo la frase la cagó es tanto positiva como negativa. Es buenísimo.

 ¡La chucha! Hablan re tierno y educado (a comparación nuestra que cada dos palabras metemos una puteada). Me gusta que traten a los mayores de usted y que usen el pasado perfecto y el pluscuamperfecto. Me encanta cuando me dicen una frase y no entiendo absolutamente ninguna palabra. Como el día que me dijeron “tiene la guata con guagua”… “eh…¿lo qué con qué?” … “un bebé en la panza”…no me digan que no es genial. Oye, vente para el carrete, hay copete. Demasiado bueno.

 Y la verdad que ahora me reeee tinca conocer Chile. Me recomendaron que vaya para el 18 de septiembre, que se arma la fiesta nacional, donde festejan el día de la independencia. Un carrete que dura una semana, donde hay copete a morir.

 Ya no me voy de joda, me tomo todos los tragos, termino del orto y al otro día no me puedo mover de la resaca.

 Ahora me voy de carrete, le doy al copete, termino curada como piojo, y al día siguiente estoy cruda.

 Perdón, me fui de mambo (mi problema de siempre de irme por las ramas) con el vocabulario chileno pero el punto de este post era remarcar en el hecho de que:

ahora estoy totalmente desprejuiciada. Porque conocer y convivir con personas de tantos países te abre la cabeza. Ves situaciones cotidianas desempeñadas de formas totalmente distintas porque todas las culturas tienen formas. Ahí entendés que cada país tiene modos, que cada persona es distinta, pero es justamente otra persona, como vos, que piensa, que vive, que sufre y disfruta. Cada persona es un mundo y solo aquellos humildes y con la cabecita bien abierta van a poder apreciar y en vez de discriminar, van a poder aprender y crecer.

 Los prejuicios no hacen otra cosas que cerrarnos. No digo que sean todos buenos ni nada por el estilo, pero sí opino que cada persona, independientemente del país que sea, merece ser escuchada. Todos tenemos una historia que contar, vengamos de donde vengamos, tengamos los gobernantes más corruptos o los peores tiranos. Todos merecemos tolerancia y que nos juzguen por nosotros y no por el país de donde venimos.

 C de Conocer, C de Crecimiento, C de Comida (obvio, C de Cerdo u.u), C de Comunidad, de Compañerismo, de Conjunto…

 C de Celebremos poder ser distintos, poder conocernos y aprender unos de otros.

C de Cheers por muchos encuentros culturales.

 Angie!

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