Blenheim,  Nueva Zelanda,  Reflexiones

Problemas idiomáticos

¡Holaaaa! (?), ay, últimamente no sé qué me pasa pero es como que no sé cómo arrancar los posteos…dios, en fin.

Se ve que a muchos de ustedes (?) les quedó dando vueltas el tema de qué problemas tuve con unos alemanes sobre mi inventada acepción de gordo/gorda que comenté al pasar en el post de Por qué TitínRecibí mensajes exigiéndome (es decir, amenazándome (?)) que contara la anécdota, así que…acá va (lo mejor que me la acuerdo porque fue hace casi un año jaja).

Corría el año 2013, pleno verano neozelandés y con el Aníbal andábamos paseando por las playas de la isla norte. Viendo que se nos estaba por terminar la platita y teníamos que ponernos a laburar lo más pronto posible, empezamos a comunicarnos con todas las personas con las que habíamos trabajado para ver si alguien tenía alguna data sobre lo que sea.

A los dos días, a Aníbal le responde una pareja de alemanes con la que él había trabajado en Hastings. Yo los había visto solo dos veces (porque trabajaba en otro campo), pero Aníbal se había hecho bastante amigo. Le dijeron que estaban en Blenheim (isla sur), en la fábrica Talley’s, que habían estado trabajando con varios vegetales, pero que en una semana arrancaba la temporada de choclos y estaban buscando gente, que fuéramos que ellos nos iban a conseguir la entrevista con el Manager y seguro quedábamos contratados. La pensamos un rato porque queríamos quedarnos en la isla norte (estábamos arriba de todo) pero viendo que tampoco teníamos muchas opciones y los dólares se iban, decidimos bajar.

Un día antes de llegar a Blenheim, nos vuelven a contactar los alemanes para avisarnos que en dos días teníamos la entrevista, que ellos nos iban a llevar (porque quedaba a 10 kilómetros de la ciudad y nosotros no teníamos auto) y que además nos habían conseguido una casa para que nos quedemos (re barata y céntrica), es decir, nos evitaron los días en hostel hasta que consiguiéramos casa. Unos genios. Ah, a todo ésto, el alemán hablaba bastante español. Siempre en el camino al laburo hablábamos un poco en español para que él practicara.

Llegamos, tuvimos la entrevista y todo salió perfecto: en dos días empezábamos a trabajar. Los alemanes nos dijeron que ni nos hiciéramos problema por el transporte, que íbamos a poder ir con ellos todos los días a trabajar.

Resumiendo: nos solucionaron la vida. Nos consiguieron trabajo, nos dieron el transporte y nos consiguieron casa. O sea, se habían mega pasado de onda total.

Después de una semana de trabajo, cuando pude enganchar el ritmo de fábrica (era la primera vez que lo hacía y al principio me mató), decidí contar todo en el blog (en el otro blog que tuve que cerrar para abrir éste). Conté más o menos como lo estoy contando ahora, nada más que en ese momento estaba más emocionada y feliz por la buena onda de los pibes, así que me la pasé tirándole halagos en el post y me había dado tanta ternura que nos hayan hecho la gamba tan ampliamente (?) que puse algo al estilo “y llegamos a Blenheim y teníamos todo solucionado, gracias a los malditos alemanes goooorrrdoooos que nos consiguieron absolutamente TODO”, algo así, pero decía “alemanes gordos”, porque, como expliqué en el post de por qué titín, yo digo que algo es “gordo” cuando es tierno, o muy buena onda, o generoso. Un pibe ayuda a cruzar a una anciana…yo pienso AY, MALDITO GORDO.

Cuestión, publico el posteo, Aníbal lo comparte en su facebook y a la hora el alemán comenta “¿¡Alemanes gordos?!”…

Claro, cuando uno aprende español, no aprende las palabras inventadas por personas idiotas como yo. Así que en ese momento dije puta madre, bueno, le explico. De todas formas, me parecía al pedo explicar tanto porque el pibe tenía contextura normal y la piba era un palito. Onda, altísima y flaquísima (y encima morocha y de ojos celestes, pero bueno…dejemos la envidia de lado…estúpida y sensual alemana flaca y alta). No había chances que yo le estuviera diciendo gordos en ese sentido, y más viniendo de mí, el lechoncito cara de asiático fumado. Y además de que todo el posteo era “y los alemanes nos consiguieron ésto, y los alemanes nos consiguieron lo otro, VIVAN LOS ALEMANES”. Pero bueno, por las dudas y pensando que ese simple “¿¡Alemanes gordos?!” no sonaba muy bien, le dije algo como “jaja es que yo digo gordo cuando algo es tierno o buena onda”.

Al otro día, cuatro de la mañana arriba, caminamos con Aníbal hasta la casa de los alemanes y cuando éstos salen, ni nos saludan. La semana anterior, los viajes al trabajo habían sido muy divertidos, hablábamos en español, hablábamos alemán, aprendíamos palabras, nos cagábamos de risa; ese día…silencio sepulcral.

Una situación de mierda y totalmente incómoda. Yo no sabía si decir algo o no porque realmente no podía creer que se enojara tanto por eso. Así pasaron dos días, yendo al laburo totalmente en silencio. El tercer día de esa semana incómoda, el alemán estaba ebrio de la noche anterior que había ido a un cumple, se había acostado a las tres de la mañana y a las cuatro y media se levantó para ir al trabajo, la alemana no había podido salir de la cama.

A los dos minutos de estar andando en el auto, se produce la siguiente charla:

Alemán: ¿Cómo has estado Aníbal?
Aníbal: ¿Todo bien, vos?
Alemán:*esta frase pronunciada con la peor mala onda y sobervia posible* Bien, ¿y tú, chica gorda? 

…ah no…AHHHH NOOOOOOOOOOOOOOOOO…SE ARMÓ LA GORDA (?) (la gorda tierna (?))…en ese momento se me hirvió toda la sangre pero pensando en que al fin y al cabo yo había puesto “alemanes gordos”  tragué saliva y serenamente le pregunté (la charla que sigue fue en inglés):

Yo: ¿En serio te ofendió lo de “alemanes gordos”? Te juro que yo digo así cuando algo es tierno y además no tendría sentido que les diga gordos de esa forma. Perdón si te ofendí pero no era mi intención.
Alemán: No, lo de gordo no me ofendió.
Yo: *totalmente helada porque posta que en el post me despotriqué tirándole halagos por habernos solucionado la vida* ehh…¿y entonces por qué?
Alemán: Por lo de “alemanes
Yo: *cara de nada* eh…pero…¿no son alemanes? 
Alemán: Sí, pero es despectivo.
Yo: No es despectivo, es un hecho.
Alemán: Yo hubiera puesto los nombres.
Yo: Es que justamente lo hago así para no poner nombres y además para enfatizar en el hecho que estoy conociendo gente de todos lados del mundo.
Alemán: Es que los alemanes son una mierda, no quiero que me asocien.
Yo:…

Al final resultó ser que este pibe tenía más mambos que la mierda y mi gordo no tenía nada que ver…NO SE METAN CON MI IDIOMA TITÍN PORQUE SE ARMA (?).

No voy a negar que ese “¿y tú, chica gorda?” me quedó grabado en la frente y que esos días de silencio en el auto fueron horribles pero bueno, después me cagué de risa y si bien por un lado pensé que tal vez debería medirme y no hablar tan a lo angie porque a veces nadie me entiende, en realidad el pibe era un boludo porque en ese post lleno de felicidad y halagos, no había chances que yo estuviera diciendo gordos por el aspecto físico, ni alemanes en forma despectiva.

NADIE ENTIENDE MI TITINEADA CARAJO.

Recuerden estar atentos a los problemas idiomáticos viajeros. Siempre habrá extranjeros que sepan español o que se ponga a traducir por internet, así que ojo con lo que escriben o van a terminar siendo bardeados como yo.

5 Comentarios

  • Susana

    Ja,jaaaa, siempre siempre me arrancas una sonrisa…. gracias Angie! vaya punto raro que pillaron…. los malentedidos idiomáticos si no acaban a mamporros, jaajjjj, son para morirse de risa 😉

    • Titinroundtheworld

      ¡Hola Susana! (te estamos llamando queremos jugarrrr tirirí titirí tiririríii, ¿la conocés a Susana Gimenez? jaja en Argentina es imposible decir “hola susana” sin pensar en ella y esa canción).

      “Mamporros” qué buena palabra. Síiii, son muy graciosos, siempre y cuando no sea algo ofensivo de verdad.

      Me alegra divertirte 😀

      Beso grande grande 🙂

  • Dayana

    Me leeré todos tus post (?) jeje y comentaré de vez en cuando ;). Siempre que uno se expresa de cierto modo terminan por entenderte de otro >.< jeje te entiendo