Working holiday en Nueva Zelanda: ¡Me cambió el cuerpo!

Después de varios meses en Nueva Zelanda, puedo afirmar que la vida de la Working Holiday es dura. Entre el laburo en el campo, hacer las cuentas de todo lo que hay que pagar y ver si se puede ahorrar para poder viaja no es fácil eh.

Ojo, que estoy diciendo que no es fácil… PERO ES RE POSIBLE PARA LAS SACRIFICADAS COMO UNA.

En mi experiencia personal y más específicamente al aspecto físico, Nueva Zelanda por un lado me arruinó: cuando llegué, allá por mayo de 2012 era una bomba sexy (????) a lo J-lo. Ahora, después del campo (los terremotos –mis 4 terremotos-, las caídas -por ejemplo en las Motu Falls-, los cortes -como cuando perdí pedazo de mi dedo…PARA NUNCA JAMÁS RECUPERARLO-, y obviamente la comida kiwi) parezco un lechón insolado con problema de tiroides y retención de líquidos. No exagero eh. En seis meses de Working Holiday en Nueva Zelanda engordé diez kilos.

Ni hablar que el sol te mata y ahora, a unos días de haber cumplido los diez meses en NZ, engorde un kilito mas. Tengo la piel hecha mierda, la cara llena de granos… un desastre jaja, así que en resumen, pasé de ser J-lo a ser Cee Lo.

Ahora, vamos a lo bueno. Creo que me mejoró la salud y el estado físico. Asumo y QUIERO CREER que de esos once kilos aunque sea dos… DOS TE PIDOOOO JESUS… son de músculos. Me siento con mucha más fuerza y puedo caminar horas y horas sin cansarme ni nada. Bah, ya me duelen y me suenan zarpado varias articulaciones *estaba hecha mierda* pero ahora me banco las 9 horas y media de laburo constante al rayo del sol como si nada.

Todo lo contrario a la primera vez que trabajé en el campo, allá por julio de 2012. De hecho ese laburo era de 8 a 16:30 y ahora trabajo de 7 a 17 como una campeona.

Mi primer laburo de working holiday en Nueva Zelanda fue el Canker Patrol en un campo de manzanas. Consistía en caminar entre las filas de árboles y ver cuales tenían Canker (una enfermedad que les agarra a los árboles). Si el Canker solo estaba en las ramas, cortábamos esas ramas y le poníamos pintura para sellar el corte. Si el Canker estaba en el tronco, teníamos que cortar el árbol. Bah, dependiendo el tamaño del árbol, porque si era un árbol grande (de tronco grueso), teníamos que tratar de “limpiarlo”, es decir, serruchar el pedazo con Canker y después sellarlo. El equipo de laburo incluia: loppers y seekatears para cortar las ramas, swords para limpiar y swords para cortar el árbol.

Por un lado la pasaba bárbaro porque el ambiente era super relajado (nada que ver a mi trabajo en Argentina, donde el estrés mental era constante). En el campo trabajaba con una chica de República Checa y nos la pasábamos charlando o escuchando música, cero estrés de NADA. Nuestro manager venía solo a saludar, pero ni nos controlaba.

Pero por otro lado… chan chan chan cháaaaaan (?) la primera semana casi me muero. Cuando me desperté al día siguiente después del primer día de trabajo…DIOS MIO…me dolía todo, como nunca en la vida, me dolían músculos que ni sabía que tenía, me temblaban las manos y a veces no podía cerrar los dedos. Encima como era pleno invierno la primera hora y media de trabajo me CAGABA DE FRIO pero ZARPADO. Más que nada en los dedos de los pies porque el resto del cuerpo es como que estaba bastante en movimiento, cortando cosas y eso.

Pero como teníamos que ver árbol por árbol, íbamos caminando re despacio y los pies se me congelaban. Básicamente me cagaba de frio de 8:30 a 10. Hasta me ponía tres pares de medias termales y las botas de goma y aun así moría, no sentía los dedos, sentía como si fueran una sola masa que si me pisaban se me iban a quebrar.

Primero arrancamos con arboles chiquitos y cuando pasamos a los arboles grandes (al mes y medio) que estaban llenos de Canker en los troncos la pasamos mal otra vez, aunque el cuerpo ya se me estaba acostumbrando (ya no me dolían tantas cosas, solo un poco el hombro derecho, los dedos seguía sin poder cerrarlos bien y contaba con algunas mutaciones (?): tres juanetes y 390850934 callos de estar tantas horas con botas de goma, pero a comparación de cuando había empezado estaba hecha una pinturita).

Un día estuvimos una hora de reloj serruchando el mismo pedazo de árbol. A las dos semanas me salió un re músculo en el antebrazo, tipo el de los jugadores de tenis. Creo que nunca había tenido ese músculo en mi vida. También recuerdo un día en que cuando me desperté el dedo de fuck you (?) de la mano derecha me había quedado trabado arriba y me lo tuve que bajar con la otra mano, pero en fin, gajos del oficio. En esos tres meses me compré computadora, disco externo, cámara de fotos (que después rompería rondando por la colina en Matawai) y ahorre 4.000 dólares. Sí, se hace buena guita ¿¿pero a cambio de qué ehhhh?? DE UN DEDO TRABADO.

Pero en fin, fue ahí fue cuando mi transformación física comenzó a tener lugar: empecé a comer como cerdo salvaje ¡pero porque estaba en constante movimiento y además hacía mucho frio y además…eh…*inserte otra excusa para comer*!

Working Holiday en Nueva Zelanda:

el comienzo del acabose (?

Y para agregar más cosas aumentadoras de peso, en ese momento, todos los que trabajábamos en el campo de manzana (léase diez pibes, una piba (que se iría al mes que llegué yo) y yo) vivíamos en un backpackers que quedaba adentro del campo, es decir, en el medio de la nada. Lógicamente de a poco fui perdiendo la escasa feminidad que me quedaba. Porque sí, es verdad, las minas nos vestimos para las minas, es así, nos vestimos y nos arreglamos para la competencia (?).

Como no había minas (ni tampoco había espejos, ni nada en ese backpackers del orto *revolea el puño enfurecida*) yo fui engordando y haciéndome chabón (?) sin darme cuenta. Estaba todos los días con la ropa del laburo (llena de barro, agujeros, backseal, ramitas pegadas). Para los pibes era uno más. Creo que se portaron con “clase” la primer semana, después ya era eructos, mugre “vamo’ a jugar al futbol Angie” y participar de charlas sobre minas que me dejaban traumada, balanceándome en un rincón.

O sea, a mí me encantaba, siempre fui mas varonera que otra cosa pero claro, a los tres meses, en una de las idas al super a la ciudad más cercana, cuando me vi en un espejo de cuerpo entero casi me suicido. Además después, cuando venía una mina de visita a nuestra casa del campo, todos los pibes se ponían re lindos y se alteraban y limpiaban todo y los comentarios eran:

“POR FIN UNA MINA”

y yo

“eh… ¿hola? Acá, yo…”

“Vos sos de los pibes Angie”

“Ok, gracias”

*se ponía a comer*.

Creo que otra cosa que me engordó fue la birra. Creo que tomábamos un poco todos los días, porque como no tenés que estar super despabilado en el laburo es como que ya fue. Además porque los europeos toman a morir, así que le teníamos que seguir el ritmo *excusas*.

Luego, en pleno verano me tocó laburar en un campo de cebollas, donde trabajaba con tres eslovacas. Las minas estaban re locas. Con el calor insufrible de pleno enero en Hawke’s Bay andaban las tres en bikinis. En cambio, yo, tapada hasta el cuello obvio (nada de andar con las chichas al aire) además porque sabemos lo que hace el sol de NZ, el cáncer de piel es super común.

En fin, estas minas no comían, no sé qué onda, tipo lo único que hacían en las diez horas que estábamos en la granja era tomar café y fumar. Obviamente, que me daba vergüenza comer… onda en el almuerzo las minas tomaban café y yo con mi viandita ¡no daba! Nah, igual me llevaba ensalada pero me daba vergüenza comer mientras las otras no hacían nada, encima todas en bikinis y re flacas, malditas perras, pero en fin, seguro vivo mas años porque hecha mierda y todo, soy más saludable (?). O sea chabonas, están haciendo la Working Holiday en Nueva Zelanda, UBÍQUENSÉEEEENNNNNNNNN.

Mientras tanto estoy tratando de volver a ser mujer. Lo único zarpadamente bueno, es que se me re paró el culo. Bah, por un lado es bueno… esta re parado mal, todo durito. Pero por otro… me molesta. Sí, me molesta tener el culo tan parado. Es como que no sé, no entra en ningún lado, no lo puedo amoldar (?). Mi culo fofo era re maleable, dócil… se adaptaba. Este culo parado queda siempre en el mismo lugar… esta siempre ahí…YA, QUITATE TU CULO MOLESTO. Me molesta, creo que prefiero ser flaca con culo fofo a lechón con cuerpo de boxeadora y culo parado.

Chicas… igual no se traumen, el otro día descubrí que aca nos prefieren potentes (?). El finde pasado hicimos barbecue y todas las europeas me dijeron que ahora estoy re bien y cuando les mostré las fotos de cuando llegué a NZ me dijeron que estaba horrible, demasiado flaca, que no tenía gracia…

TODAS A EUROPA SEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Bueno basta…me voy que llego tarde a los choclos, nos leemos mas tarde gente.

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Angie!