Enamorate viajando
Reflexiones

Enamorate viajando

Empecé a vivir por nuestra Tierra en mayo de 2012. Desde ese momento hasta este entonces -febrero de 2024, 12 años después- me enamoré tantas veces de tantas personas, situaciones, experiencias y sabores que perdí la cuenta. También perdí la cuenta de los desamores, decepciones, sufrimientos, egos heridos y corazones destrozados.

Aún así, a pesar de las idas y venidas, los subis y bajas y los sí pero no, hubo un amor que se fue haciendo (aunque siempre debería haberlo sido) incondicional. Un amor que a pesar de todo crecía. Que en los errores, decepciones y dolores, se hacía más inquebrantable. Parecía nutrirse a fuerza de exponerme, creérmela y salirme de la zona de confort.

Fue viajando que finalmente me enamoré de mi misma. Que eso que veía en películas, leía en libros o imaginaba interpretar en series, se materializó en mi vida. En mi propia existencia.

Enamorate viajando

Un día me di cuenta que al fin me estaba amando incondicionalmente. Me acuerdo la primera vez que lo sentí, que fue algo así como la culminación de esa sensación que se había estado gestando por años; desde que estaba permitiéndome vivir como había querido. Fue en agosto de 2022. Estaba en Galicia, España, en un festival de música, literatura y viajes, dando una charla sobre mi libro (¿Y dónde están los terroristas?). En ese momento, a diferencia de las otras veces que había tenido que subirme a un escenario, la sensación fue de felicidad, amor puro y ganas de hacerlo otra vez. Cuando siempre había sido de ansiedad intensa en la previa y alivio y liberación cuando terminaba. Me sentí empoderada, me sentí fuerte y totalmente realizada. Entendí que todos esos años de seguir luchando, cruzando mi zona de confort que cada vez se hacía más específica, estaba dando su fruto.

Fue viajando que muchas veces me abandoné. Que cuando tenía que tomar decisiones, terminaba priorizando a otras personas o incluso decidía pensando en el famoso FOMO y no en lo que yo quería para mí. Fueron años y años de aprendizajes, errores, arrepentimientos y de entender que me estaba dejando de lado, hasta que finalmente me hallé. Embarcarme en los viajes fue un camino de ida al amor propio. Sincero, intenso e incondicional.

Me enamoré de mi misma y lo entiendo cuando tomo decisiones que me benefician, que velan por mi propia salud mental y emocional. Cuando confío en mi intuición en vez de miedos ajenos. Cuando no dejo que traspasen mis propios límites personales aunque eso haga que me tilden de “aburrida, poco aventurera, exagerada”. Cosa que es común cuando viajás sola siendo mujer. Entendí que el amor propio era necesario para un viaje seguro. Y que eran los propios viajes que iban a ayudarme a conseguirlo. Aunque no lo supiese cuando empecé la aventura.

Enamorate de una razón que no pueda lastimarte, escuché muchas veces. Pero pretender experimentar y tener el privilegio de sentir lo intenso que es amar sin correr riesgos, es como que te lleven en ascensor o escalera mecánica a la cima del Everest. Toda vista increíble sabe mejor después de un trekking de 15 horas. Lejos de romantizar sufrir por sufrir o el drama por el drama o la toxicidad de la que a veces es capaz el ser humano, quiero hacer hincapié que no existe lo hermoso sin un poco de sacrificio.

Enamorate viajando

Aunque estemos hablando de amor propio, ¿cuánto te costó llegar a ese día que finalmente te levantaste, te miraste al espejo y dijiste “fa… me amo, boluda, soy increíble. Soy lo más, puedo con todo“. Probablemente hubo sufrimiento, hubo sacrificio, aprendizaje, renuncias y heridas que se curaron con el tiempo.

No podés jugar seguro si el resultado que buscás es más grande de lo que te puedas imaginar.

Enamorate viajando, pero enamorate de vos misma también, a pesar de que te cueste un par de dolores y lloraditas. Enamorate viajando, enamorate de lo que te rodea, de los paisajes, las personas, las culturas y el privilegio de poder recorrer el mundo. Probá comidas, aprendé palabras y sobre todo agradecé constantemente poder hacerlo. Enamorate del mundo, aunque aún quede tanto por cambiar.

Cómo elegir un seguro de viaje

No por ser una spoilera pero vas a ver que cuando te enamores de vos, más fácil va a ser enamorarte de todo lo demás.

¿Estás lista para finalmente encontrarte de frente con el amor de tu vida?


¿Sabías que hay un seguro ideal para nómdas digitales? ¿Ya escuchaste hablar de Safety Wing? ¿Cómo que no amiga? Bueno te cuento, es un seguro que se especializa en nómadas digitales para que te sea más fácil poder cubrir tus equipos de trabajo remoto.

SafetyWing es una aseguradora a la que le podés pagar mensualmente y cancelar cuando quieras. ¿Que si tengo un link de afiliada para que tengas tu seguro de forma más cómoda? Pero por supuesto, acá te lo dejo: ¡Yo también quiero contratar SafetyWing!