Cumplir 29 años
Reflexiones

Cumplir 29 años fue lo mejor que me pasó

Cumplir 29 años fue una de las mejores cosas que me pasó en los últimos años. Básicamente porque lo que me pasó por dentro fue totalmente inesperado.

Si hace 15 años me preguntaban cómo creía que iba a ser mi cumpleaños N° 29 ni en pedo me hubiese imaginado estar a dónde estoy. No sólo físicamente, sino en mi vida en general: todo lo que pasé estos últimos años, cómo pienso y cómo vivo.

A principios de mis 20, pensar en tener 29 me asustaba. Porque llegar a los 29 era sentir la presión de tener “la vida resuelta”, sea lo que sea que eso significase. Asumía que para cuando cumpliese 29 ya todo en mi vida iba a estar solucionado. Porque así parece que se supone que tenés que funcionar. De la misma forma que se supone que a los 17 ya tenés que tener la certeza de qué vas a querer hacer por el resto de tu vida. O sea, KÍIIII. Imposible.

Después de estos años de viaje me di cuenta que tener “la vida resuelta” no existe. Cuando más vivís, más aprendés, más descubrís, y cuanto más descubrís, volvés otra vez a no saber nada y seguir aprendiendo.

No hay forma que tengamos “la vida resuelta” si estamos todo el tiempo viviendo.

 

Cumplir 29 años: el camino

Empecé mis 29 en Skopje la capital de Macedonia.

Hace un mes que estoy viviendo en Ohrid, pero prácticamente me la paso encerrada escribiendo. Estas últimas semanas había estado sola y cuando se acercaba la fecha de mi cumpleaños decidí irme de viaje a la capital para visitar otra ciudad antes de irme. Para cambiar de aires y para recibir mi cumple haciendo una de las cosas que más feliz me ponen.

Pero el plan y las expectativas eran solo esa: un cambio de aire. Iba a ser el primer cumpleaños que pasara sola, pero no me importaba. Me gustan las primeras veces, me gusta vivir cosas nuevas y juntar experiencias.

La mañana de mi cumple fui a un Walking Tour y obviamente terminé hablando con algunas personas. La idea de pasar el día sola ya no era viable, pero aún así, fue el primer cumpleaños en toda mi vida que lo pasé enteramente con gente que no conocía, que veía ese día por primera vez.

Cuando terminamos el tour, el señor que lo había dado me invitó el almuerzo, dos shots de rakija y una cerveza, como regalo de cumpleaños.

Una chica de Colombia, tres estadounidenses y una canadiense se unieron al almuerzo para acompañarme en mi día. Terminamos todos almorzando juntos y brindando por mí, aunque no sabían ni mi nombre (porque en viaje cuando te conocés te preguntás de dónde sos, no cómo te llamás, y pasás a ser “la argentina” en mi caso).

Una de las estadounidenses tenía 36, estaba viajando por los balcanes sola y en dos meses va a recorrer Colombia en bici con su esposo. Cuando le conté que cumplía 29 me dijo “ay, a partir de los 30 se pone genial. Cada vez te chupa más un huevo todo y vas a hacer lo que quieras sin estar tan pendiente del resto”.

El día anterior alguien de Argentina me dijo “’¿29? Bueno aprovechá el último año porque ya después… una vez que cumplís 30… viste como es”.

No, no ví ni veo cómo es. Ni tampoco entiendo.

La vida es lo que nosotros elegimos hacer con ella, tengamos la edad que tengamos. Ahora estoy con dos argentinos que están viajando hace 4 años y me contaban que hace unos meses se encontraron a una española de 50 años que está viajando desde España en bici y ahora ya está en Asia.

Cumplir 29 años fue darme cuenta que mi vida es una rotura inconsciente de prejuicios. Que me gusta conocer gente de distintas edades, de distintas realidades y ver que cada uno está haciendo lo que quiere, independientemente de lo que se supone que tendría que hacer.

Me gustaron y me gustan mis 29 porque me trajeron más enseñanzas de vida de las que pudiese haber imaginado.

La primera parte del día lo pasé con la gente del walking tour y la noche fui a tomar algo con un chico de Couchsurfing que me hizo la gamba para que no pasara el día sola. Este chico era conocido de un argentino que me lee por el blog y que cuando vio que estaba en Skopje me escribió y me dijo “che boluda, yo estuve ahí hace unos meses, cualquier cosa que necesites avisame que tengo amigos”. A lo que le respondí que sí obvio, que me conectara.

Además, fue la primera vez donde nadie me cantó el feliz cumpleaños y me encantó. Odio cuando me cantan el feliz cumpleaños, me pone incómoda y no sé qué hacer.

Cumplir 29 años no fue nada que ver a lo que me imaginaba. Pensé que iba a estar preocupada, estresada, totalmente adulta y aburrida. Si pensaba en mis 29 hace diez años la visión era borrosa, pero definitivamente no me hubiese imaginado que me iba a sentir así… igual que me sentí a mis 26, 27, 28 y de la misma forma que probablemente me sienta a los 33.

Después de estos años de viaje, de pasar tanto tiempo conmigo misma y con tantas personas diversas, los pensamientos son otros y le voy a dar la derecha a la estadounidense que muy bien dijo cada vez te chupa todo más un huevo. Bueno, en realidad dijo you don’t give a fuck anymore.

Y lo mejor de mi cumple fue la vuelta a Ohrid. Venía ensimismada en una corriente de pensamientos que ya no recuerdo, cuando de pronto me cayó una de las fichas más importantes de mi vida: todos estos años había tenido una visión de mí misma totalmente errónea.

Siempre pienso en que debo ser una de las personas que más tropieza con la misma piedra, que siempre se vuelve a equivocar. Me creo un círculo vicioso, que parece que esta vez voy a cambiar o lograr lo que sea que quiero y después vuelvo a fracasarla. Pero lo que hoy me di cuenta fue que si me la di 999 veces contra la pared, es porque volví a intentarlo. No soy la fracasada que se equivocó 999 veces, soy la que se paró por lo menos unas 1000.

Cuando más vieja me pongo, más se me acomodan las prioridades, y si los años vienen así, que sigan viniendo nomás.

Y de regalito por mí cumpleaños, te dejo un post motivacional que seguro te venga bien:

No tengo suerte, tengo dos ovarios tamaño garrafa


Tengo un podcast también ¿sabías? Podés escucharlo en SpotifyApple Podcast, , Google Podcast,  y Youtube

 

2 Comentarios

  • Hernan

    Que buen post .Describís de manera simple algo tan frecuente que suelen preguntarnos o que los medios se encargan de bombardear con publicidades que enfatizan sobre
    “Esa vida ideal ” .”de felicidad”
    Se parece a un mandamiento que tenés que cumplir para ser un “buen” contribuyente al propio sistema.
    Vida Resuelta! Que carajo es eso,?
    Haber conformado una familia,tener tu “casa propia” ,tener un automóvil, tener un trabajo estable en lo que suelo llamar “esclavitud paga”?
    Genial tu post!

    Saludos
    Hernan

    • Titinroundtheworld

      ¡¡Hola Hernáaaaaaaaaan!! TOTALMENTEEEE.

      Hay que hacer lo que a nosotros nos hace felices y ya. Sea lo que sea, si te gusta escalar puestos en una empresa, todo bien, vivir en una chacra en el medio de la nada, lo que sea. Es tan horrible que no nos podamos dar cuenta que la vida es una. Yo creo que a todos nos cae la ficha en algún momento.

      Gracias por leerme y comentarmeeee,

      beso grande grande