Trabajé en un hotel embrujado
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Trabajé en un hotel embrujado

Trabajé en un hotel embrujado

Sí, trabajé en un hotel embrujado, por más de película que suene. Pero también es de la vida real. ¿De dónde saldrían las ideas para la ficción, no? Pero en fin, que tampoco es que me fui a viajar por el mundo para andar laburando en el medio de situaciones paranormales.

Igual, tampoco niego que me enorgullece poder decir “je je…. *risa agrandada* como la vez esa que trabajé en un hotel embrujado… ji ji”. 

Esta anécdota es una de mis favoritas en lo que va del viaje. Mas allá de lo mal que la pasé en ese momento -realmente llegué a pensar que me llevaba la parca- fue un gran momento en mi vida así que lo quiero compartir.

Todo se remonta a nuestro segundo día en el Matawai Hotel.

Me desperté muy temprano esa mañana ya que E. (la dueña del hotel) me había pedido arrancar lo mas pronto positble así me daba una lección sobre cómo tender las camas del hotel, a su manera, al “estilo E.” (es decir, demasiado rebuscado y perfectito)

“Make it look pretty, that’s the key!”- me repetía.

Mientras estábamos juntas en la habitación 7 tendiendo la cama E. me dice:

“This is the ghost’s room”

“…¿lo qué?”, pregunté un tanto incomoda.

“The ghosts rooms, apparently there is like a portal here, where they can come and go, you know”

*Angie traga saliva lastimosamente* “Ahhhhh”.

“Yeah, I used to feel something funny here and then one of the locals told me this room is hunted, so sometimes funny things happen in the hotel”

*AUXILIO*.

“Ok, you can finish this one on your own, I’ll be downstairs”, dicho esto, E. se va de la habitación y cierra la puerta.

*Angie, en un segundo reacciona, abre la puerta de un tirón, tiende la cama a mil por hora y corre escalera abajo*.

De más está decir que el resto del día estuve maquinando con esto, porque ya de por si le tengo un miedo bárbaro y respeto a esas cosas.

Cuestión, a la noche, no hubo chance que me durmiera como persona normal. Con Anibal vinos “Los Fockers” en la cama. Terminó la peli y yo estaba con los ojos como huevo frito.

*ay dios, ay dios, la concha de la lora*.

Obviamente escuchaba ruidos por todos lados y etc.. Nunca pensé que iba a terminar trabajando en un hotel embrujado en serio.

*VIEJA DE MIERDA POR QUÉ NO ACLARÓ EN EL AVISO DE TRABAJO QUE EL HOTEL ESTABA EMBRUJADO*

*mira para el costado para observar a Anibal*

“zzzzzzzzzzzz, cgggggg, pi pi pi pi pi, zzzzz”

*PENDEJO DE MIERDA QUE SE DUERME DE NADA Y ME DEJA SOLA ACA*

*bueno, calmate Angie, no pasa nada, miremos los Simpsons*

*500 capítulos de Simpsons después*

*y yo creo que se cómo funciona un acelerador de protones… JAJAJAJAJ—-“

*la cama empieza a temblar violentamente*

*se fija a ver si Anibal está pateando*

No.

*se tilda internet*

*la cama se mueve cada vez mas fuerte*

*AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH  LA PUTA QUE LO PARIÓ, POR FAVOR, DIOS JESUS, LA VIRGEN, TODOS, POR FAVOR, *

*AYYY, QUÉ HAGO, QUEDATE QUIETA, NO PASA NADA, ANGIE TRANQUILA…MAMAAAAAAAAAAAAAAAA*

*frena la cama, vuelve internet*

*se carga la pagina de La Nación y solo aparece una noticia: “Hoy se cumplen 8 meses de la tragedia de Once”* (donde falleció uno de mis mejores amigos)

*…AY DIOS, bueno…Migue, si sos vos, no es gracioso…en serio…que, conociéndote, seguro te divierte estar asustando gente pero por favor…estoy al borde del desmayo*

*tiembla la cama levemente*

*AY POR FAVOR BASTA, MUEROOOOOOO*

*frena*

*fin*

Obviamente, no pegué un puto ojo en toda la noche (muy contrariamente a Anibal, quien roncó, moqueó, bostezó y toció a piacere).

En el desayuno al día siguiente, viene E., me saluda con una gran sonrisa y me pregunta:

 “Did you feel the earthquake last night?”

“No, wha— WAIT, LIKE AROUND TWO AM????”

“Yes, I first thought something was wandering in the hotel because the chair was moving but it was a strong movement so I guess I must have been an earthquake, we should check the radar”

*CORRE A CHECKEAR EL RADAR EN INTERNET*

“4.8 Earthquake in Gisborne area, at two am last night”

*AYYY, GRACIAS AL CIELO Y A LA VIRGEN MARÍA DE LOS SANTOS*

JAMÁS, jamás en la vida tuve tanto miedo ni tantas coincidencias todas juntas. Casi infarto de verdad pero bueno, por suerte solo un terremoto. Si, ahora es “por suerte solo un terremoto”. Mi segundo terremoto en NZ. Mío nomas, para Anibal no cuenta porque ni se enteró. Igual, los eventos paranormales se iban a seguir sucediendo. Y más allá de lo mal que la pasé ese mes (el mes más eterno de mis viajes), nadie me quita poder decir que trabajé en un hotel embrujado… y sobreviví para contarlo.

Angie!


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