Reflexiones

Creencias limitantes sobre los viajes

Hoy mientras acompañaba a mi vieja a sacar turnos a diferentes sanatorios me puse a leer un posteo de mi bestie la Gabriella Literaria*.

*Mentira, no sabe ni que existo pero mi pateticidad o pateticismo me hace hablar de la gente que sigo como si fuesen mis amigos.

Cuestión, me leí un artículo que hablaba de las creencias que nos impiden avanzar como artistas y, puntualmente, como escritores. Gabriella escribió ese artículo inspirada en otro que hablaba de los mitos referidos a dibujar (que están súper relacionados a escribir y varios tipos de arte en general). En mi caso, además de identificarme como escritora no pude evitar asociarlo a viajar. Primero, porque siempre asocio todo con viajar, soy una monotemática del orto insoportable. Es tanto lo que rompo las bolas con viajar que a esta altura es más probable que mis amigos le abran la puerta a un testigo de Jehovah que a mí.

*dín dún*

¿Quién es?

Un Testigo de Jehováh, por favor, déjenme entrar, hace una cuadra que me viene corriendo una loca histérica gritándome que largue todo y me vaya de viaje

AY SÍ SÍ LA CONOCEMOS, PASÁ PASÁ ANTES QUE TE VEA. 

*bajan persianas, cierran la puerta con llave y la traban con una silla*

*se agolpan temblorosos*

*tucutún tucutún tucutún*

*DÍN DÚN DÍN DÚN DÍN DÚN*

ABRAN, SÉ QUE ESTÁN AHÍ, VI QUE LE ABRIERON A JOSEF
*llaman a la policía*

Bueno en realidad soy una tripletemática: viajes, cerveza y comida. En ese orden. Mmmm cerveza… ¿de qué hablábamos? Ah sí, Josef (?).

*pelea neuronal intentando recobrar el punto del posteo*

Segundo, Francia.

Tercero porque las creencias limitantes sobre los viajes, que vienen de los miedos, que surgen antes de agarrar la mochila y tomar la decisión de comprar el pasaje, son meras suposiciones. Y, probablemente, ni siquiera sean propias.

Sí, estamos en una era donde la comunicación y la información están al alcance de todos y los casos de viajes felices y seguros son moneda corriente, pero aún así, si estamos dudosos cualquier creencia negativa va a pesar más. Creencias que no solo no son nuestras, sino que encima nada tienen que ver con la realidad. Es como cuando aprendemos un idioma tomando clases en un instituto donde nos exigen estudiarnos de memoria mil tiempos verbales y cuando viajamos nos damos cuenta que, tal como nosotros hablamos nuestra lengua, es decir usando presente pasado y gracias, en otros idiomas pasa lo mismo.

Las creencias limitantes sobre los viajes no sirven para otra cosa que, justamente, limitarnos. Así que, luego de esta breve introducción (ah re que no) les dejo una lista con las creencias que más han llegado (eeesaaaaaaa, vieron como uso más de dos tiempos verbales ¿no soy re culta?) por mensaje o mail y por qué no son ciertas ni deberían pesarte a la hora de tomar la decisión de viajar sol@.

Creencias limitantes sobre los viajes

1. No tengo la suficiente personalidad para viajar

“La gente que viaja es muy extrovertida, ¿cómo voy a hacer en los hostels? Soy re tímid@”.

creencias de viaje
Con Molly, la única amiga que hice en Ohrid, Macedonia, porque me la pasé encerrada escribiendo.

Nunca existió ni va a existir una exigencia tácita que afirme que si vas a viajar tenés que sociabilizar. Todos viajamos por diferentes motivos. Podés viajar justamente para estar solo. Para aislarte. Viajar para conocer paisajes nuevos. Para comer como cerdo ortiva y solitario en un restaurant perdido en el medio de Asia.

La verdad es que viajando te cruzás con un montón de personas completamente distintas entre sí y nadie va a juzgarte. Es más, seguro conozcas otro ortiva y salgan juntos a comer en silencio (?). No hace falta tener ningún tipo de personalidad ni estás obligado a conocer miles de personas. El viaje lo hacés vos y va a tener solo lo que vos vayas a buscar. ¿Ok?

2. Para viajar hay que ser muy jóven

Y la verdad que sí (?). El mundo está hecho para adolescentes y jóvenes hasta 22 años. ¿Tenés 26 y aún no alcanzaste nada de lo que querías en tu vida? Ah te querés matar. (tengo 30 y estoy igual, matémonos juntos).

Hablando en serio, perdón pero ¿no vieron la nota esa de la abuela de 70 que vendió todo y está dando la vuelta a Latinoamérica en una van?

Es verdad que viajar está cada vez más accesible y las nuevas generaciones salen de re pendejos… MALDITOS BORREGOS AFORTUNADOS QUIÉN QUISIERA, pero eso no significa por defecto que haya una edad límite para mochilear. Y a medida que crecemos disfrutamos los viajes de distinta forma. Si esta era una de tus creencias limitantes sobre los viajes… FUERA FUEEERAAAAAAAAAAA.

3. Para viajar hay que tener mucha plata

WEEEEEEEEK *bocina de respuesta equivocada*. (Gran palabra “bocina”).

creencias viaje
Acá pueden verme contando mis millones mientras viajo

Que así fuese hace unos 30 años, te doy la derecha, había que tener bastante dinero para hacer viajes largos (si es que no te animabas a la opción siempre vigente de salir haciendo dedo y vendiendo artesanías o trabajando de lo que venga en el camino). Hoy en día… ¡Hoy en día! *grita mientras levanta el puño eufóricamente para dar énfasis* hay tantas opciones que incluso a veces es más barato viajar que quedarte quieto. Desde gente que sale con absolutamente ni un centavo, hasta la opción de alojarte en hostels o pensiones. Housesitting, Couchsurfing. Ahora hasta existen compañías aéreas low cost que te llevan a otro país por hasta 1 euro. Y ni hablar de los benditos VOLUNTARIADOS

4. Se necesitan muchas herramientas para viajar y no tengo ninguna

“No hablo inglés, no sé hacer nada que parezca relevante para viajar ¿cómo voy a hacer para subsistir?”.

Esta es otra de las grandes creencias limitantes sobre los viajes. A ver, que haya herramientas que te faciliten un viaje, no lo podemos negar. Pero de ahí a que no tenerlas sea un impedimento es otra cosa. Obviamente que saber más de un idioma, por ejemplo, te va a abrir muchísimas puertas, pero de verdad que (y te lo digo por experiencia propia) con señas y sonrisas sobrevivís.

Hablo inglés desde muy chica y es lo que estudié en la Universidad, pero estuve en países y zonas donde no se hablaba inglés (como en Siberia o el interior de Corea del Sur) y sobreviví. Bueno, en realidad mientras viajaba por esos lados aprendí a hablar coreano y a leer cirílico pero saber inglés no me sirvió de nada. Y si no hubiese aprendido esos idiomas igual con señas me bastaba. Fue más lo que terminé aprendiendo de rebote por necesidad que otra cosa.

Y lo genial de viajar de esta forma es que te vuelve súper creativo. No pienses que por no saber idiomas o fotografía no vas a poder viajar. Te voy a decir algo (que también lo sé por experiencia… ACÁ ES TODO VERÍDICO LOCO, TITÍN NO TE ANDA CON CHAMUYOS (?)), viajando terminás descubriendo cualidades tuyas que desconocías y que de seguro te sean de utilidad. Pero para averiguarlo… VAS A TENER QUE VIAJAR. ¡JA!

creencias limitantes sobre los viajes
Susanita son ustedes y sus excusas por miedosos. Miguelito todo  jactoso soy yo.

5. El mundo es peligroso

Mirá, si te tiene que pasar algo, te va a pasar en cualquier lado. Puede que estés leyendo esto, se te caiga una lámpara en la cabeza y mueras desnucado.

Ese mismo sentido común que usás para tu vida diaria, es el que te va a ayudar cuando viajes. Seguro la opinión de lo peligroso del mundo venga de todas esas noticias que salen en la tele, la radio y las redes sociales. Pero ¿sabés lo que pasa? Que el morbo vende. ¿Creés que la gente va a ponerse a ver tele para escuchar que “abuela bondadosa del sur de Irán le regala pastelito local casero a joven mochilero”? O “De los 1000 viajeros que salieron a recorrer, 900 volvieron sanos y salvos y la pasaron increíble”. Obvio que no. La gente quiere escuchar “Mochilero muere descuartizado”.

Periodista: “100 mochileros sufrieron robos y acoso en su viaje…”

Persona: Claro ¿pero y los otros novesci—

Periodista: 100 MOCHILEROS FUERON ACOSADOS DIJE

O sea, pobre periodista, está ahí para contar esas cosas, porque, repito, es eso lo que vende. Así la gente que está encerrada en su casa escuchando esas noticias tiene la posibilidad de comentar con sumo conocimiento sobre el tema, obvio, cosas como: “Y… ¿qué hacía en ese país? ¿Cómo la familia no dijo nada? Y sí… no se puede salir a la calle, qué barbaridad. Más bueno malo conocido que bueno por conocer”. Y si la pobre acosada era mujer… buen, ni entremos en tema.

A la gente le encanta opinar, quejarse, creer que tiene razón y armar debates sobre temas de los que solo conoce a través de estas mismas noticias.

Mi consejo: cuando el país al que estés por viajar te de un poco de desconfianza, infórmate lo más que pueda y hablá con gente que haya estado ahí. Que te pueda hablar desde la experiencia propia. Y siempre, SIEMPRE, seguí tu instinto.

¿Qué otras creencias limitantes viajeras escucharon? TIREN TIREN QUE ACÁ TITÍN LAS DESMITIFICA TODAS (?).

¿Necesitás más inspiración? Seguí leyendo.

Ataques de pánico y viajes ¿se puede?

Razones por las que viajar.

No tengo suerte, tengo dos ovarios tamaño garrafa.

Cómo. Cuándo. Por qué cumplir un sueño. 

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2 Comentarios

  • Agustín F. Ladjet

    Extrañaba tus posts <3 *cara de Lisa enamorada*

    Para año nuevo arranco un nuevo viaje, pero esta vez sin fecha de retorno. Y sí, puedo ser testigo de todo lo que menciona Titín.

    *se acomoda su corbata imaginaria con aires de altanero*

    *recuerda que escribe este comentario esclavizado en su oficina*

    *se ahorca con su corbata imaginaria*

    Saludos desde Baires. Nos cruzaremos por la ruta o ya me verás por youtube, pretendo documentar el viaje en episodios. *mira el horizonte imaginando la cordillera* *la cordillera toma forma de un torno*