Días en San Bernardo

Hace tres días que estoy en San Bernardo y aunque es la cuarta vez que estoy acá, todo parece nuevo.

Si hay algo que le tengo que agradecer a los viajes es haberme abierto los ojos y haberme cambiado tanto la forma de pensar. Aunque siempre me gustó viajar, cuando llegaba a una nueva ciudad, me acercaba a los lugares sintiéndome ajena. Era llegar de visita, contemplar el lugar como pidiéndole permiso e irme de vuelta a casa con un par de fotos y recuerdos, algunos hasta tal vez superficiales.

Hoy mis viajes son totalmente distintos. Hoy llego y me meto de lleno en el lugar. Pido permiso pero lo vivo como una más. La ciudad, el pueblo, la plaza, los bosques son míos mientras estoy ahí. Y de la misma forma en que absorbo lo que visito, me dejo llenar de todos los estímulos que me produzca. Es un ida y vuelta. Yo paso a ser del bosque, la ciudad, el pueblo y la plaza.

Hoy entiendo (muy contrariamente a lo que creía de chica) que los viajes no dependen del lugar, sino de la forma en que los vivamos. Para viajar no hace falta tomarse un avión o estar 12 horas arriba de un colectivo; solo hace falta abrir los ojos.

La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos, no es lo que vemos, sino lo que somos.” Fernando Pessoa

Angie!