Cómo ir a un Ger y no quedar como un idiota
Mongolia es increíble.
Debo haber dicho eso unas mil veces y solo estuve 11 días en el país.
También lo dije pero necesito repetirlo: fue el viaje más intenso de mi vida.
Siento que conocí muchísimo pero que, a la vez, me falta mucho más por conocer y entender. Nadie entiende un país en diez días, pero por alguna razón, Mongolia se me hizo fácil de asimilar.
Como saben, muuuuuuy de vez en cuando me pongo seria. Y hoy, hoy es uno de esos días, así que todos saquen sus cuadernos y tomen nota que al final del posteo hay prueba (?????). No mentira, pero sí les quiero contar algunas cosas súper interesantes de los Gers antes de explayarme en las costumbres mongolianas.
Los gers son una de las construcciones más geniales que vi en mi vida. Y entre tres mongoles, solo necesitan una hora y media para armarlo y 45 minutos en desarmarlo. Sirven de cocina, dormitorio y lugar para pasar el día y compartir entre amigos y familia.
Son construcciones tan eficientes, que mismo en Ulán Bator aún hay gente que sigue viviendo en Gers. O que viven en casa normal durante el verano y se mudan al Ger en invierno porque son lo máaaaaaaaas eficiente contra el frío.
Antes, cuando no había energía en los gers y, por lo tanto, no había radio, los mongoles tenían formas muy simples (e increíblemente hermosas) de predecir el clima: para el día a día, prendían la chimenea y observaban la forma del humo que salía por la chimenea. Para saber el clima de toda la temporada miraban el color de las flores y para saber el clima del mes, se iban a alguna colina a ver el primer amanecer después de la luna llena.
¿No es re romántico?
Hoy en día, como todos tienen paneles solares, vas a un ger y no solo te vas a encontrar con la radio radio sino también una tele y algún que otro parlante.
Les cuento mi primer encuentro gerístico:
Entré al ger toda expectante, ansiosa de llenarme de lo nuevo, lo exótico, para encontrarme con los mongoles viendo una novela coreana en un mini plasma.
Doblada al mongol, por supuesto.
Pero una novela coreana.
ESTUPIDOS Y SENSUALES DORAMAS ESTÁN INVADIENDO EL MUNDO.
Igual, es divertido ver la mezcla de lo actual con las costumbres súper antiguas.
Basta, me voy por las ramas.
Retomando.
Una pequeña cosilla antes de enumerar las normas de protocolo gersístico: siempre que vas a un ger de visita o a pedir alojamiento, te van a recibir con té con leche (ellos te van a decir que es mongolian tea, pero el sabor es tan fuerte que lo diluyen en mucha leche) y galletitas. Si hay niñas, ellas lo van a servir, si no, los niños, sino la madre y por último, si no hay nadie, el padre.
Si venís a Mongolia y tenés la suerte de visitar y hasta hospedarte con una familia nómada en el medio de la nada, aprendete todas estas costumbres que te voy a enumerar, que no son indispensables, nadie va a juzgarte por ser extranjero, pero te prometo que si las respetás, los mongoles van a estar súper agradecidos y te vas a ligar varias sonrisas.
CÓMO VISITAR UN GER EN MONGOLIA Y NO QUEDAR COMO UN IDIOTA
Lo primero que tenés que saber es que a los gers se entra y se sale con la pierna derecha
Una vez adentro, el lugar donde vayas a sentarte está delimitado por género: el lado derecho es de las mujeres y el izquierdo el de los hombres.
Los gers tienen dos pilares en el medio
que son los que sostienen la ventanita del amor (?), no, la ventanita de arriba
Nunca pases por el medio de estos pilares, ni le des algo a alguien a través de ellos, porque los mongoles creen que va a traer mala suerte a la familia que vive ahí. En especial, se cree que si pasás por el medio o das o recibís algo por el medio, los padres de esa familia se van a separar.
Siempre que te ofrezcan comida, agarrala con la mano derecha.
No rechaces lo que te ofrezcan, en especial comida. Se ve que es algo asiático. Pero en serio, no digas que no. Vas a herir sentimientos. Podés decir que no a la carne con grasa, porque saben que los extranjeros no la pasan, excepto los extranjeros Angies o Titines que no le hacen asco a nada. Se comen todo. Ruedan por el mundo ahogándose en su baba gritando VIVAAAA, VIVA LA COMIDA WIIII.
Cuando vayas a dormir y te toque acomodar tu cama, tus pies tienen que apuntar para la puerta. Nunca duermas con la cabeza dando a la salida del Ger.
Nunca llegues a una familia de nómadas y no entres a su Ger a saludar y decir hola. Que implica sentarte, recibir el te con galletitas e interactuar.
Tampoco te vayas sin decir chau. Y gracias. Es costumbre OBLIGATORIA presentarte y despedirte.
Bueno, eso es lo más básico de las normas gerísticas mongolianas que te van a ayudar a dar una buena primera impresión.
Mucha suerte en tu viaje por Mongolia, seguro lo vas a disfrutar.
Un Comentario
Sharon
Buenísimo el post! datos muy útiles.