ataques de pánico
Motivación viajera,  Reflexiones

Ataques de pánico – viajar ¿se puede? – 2nda parte

(Ataques de pánico – viajar ¿se puede? Primera parte Si no leíste o no te acordás de la primera parte, te recomiendo leerla antes de empezar este post )

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A medida que pasaban los años me iba asentando (es decir: adecuándome al sistema) pero, al mismo tiempo, empezaba a recuperar todos los sueños que acumulaba de pequeña (leer “pequeña” con tonada de español neutro para más énfasis).

Por un lado, tenía miedo de la sociedad. Pensaba que iba a ser un fracaso (fracasar en lo que se esperaba de mí: tener un laburo estable, normal) y que no iba a ser capaz de enfrentarme a nada. Pero por el otro, tenía la seguridad interna de “Viejo…no. No puede ser que la vida sea esto nomás. Con lo grande que es el mundo, con lo distintas que son las culturas, con la cantidad de cosas para ver… no. No no, no puede ser. No puede ser que solo pueda viajar una vez que me jubile. Si a esa edad voy a estar hecha mierda, ¿cómo voy a poder viajar libremente, durmiendo donde venga, etc., si voy a estar tan agotada que lo único que voy a tener ganas de hacer es estar tirada en una playa?”.

La contradicción interna era horrible. Había dos Angies peleándose el camino de la vida (?):

La Angie que había quedado toda traumada del mundo y la Angie que se lo quería comer.

*voz de película de acción + sonido de teclado*

12:45…cerebro de Angie…reunión para debatir el futuro

*la cámara entra por la ventana, se ve una mesa con mate, facturas, tortas y dos Angies sentadas expectantes*

Angie Quiero vivir la vida: Bueno, se acabó. Necesitamos salir al mundo…tenemos que viajar ¿te acordás que soñábamos con viajar no?

Angie Todo me da miedo: S…sí…sí…lo recuerdo pero…eso era de chicas…

Angie Quiero vivir la vida: Eh…no. No “era de chica” y lo sabés bien. No escudes tu cagazo en argumentos que no creés, las dos sabemos que no es así. Igual no importa, ya tendremos ese debate más adelante, por lo pronto ¿qué tendríamos que hacer para “empezar”? Mmmm…primero necesitaríamos plata. Bastante asumo…no sé cuanto sale viajar pero me suena que mucho. Así que lo primero que habría que hacer es buscar trabajo.

Angie Todo me da miedo: ¿Sabés la cantidad de años que deberíamos trabajar para juntar lo suficiente para viajar? Imposible. Y eso sin tener en cuenta que para poder conseguir un trabajo…alguien primero te tiene que contratar ¿no?

Angie Quiero vivir la vida: Sí… ¿y?

Angie Todo me da miedo: ¿Cómo “y”? ¿Quién nos va a contratar si somos un fracaso? No sabemos hacer nada… ¿de qué querés trabajar?

Angie Quiero vivir la vida: Qué sé yo. De lo que venga…es lo de menos. Algo vamos a conseguir… ¿Cuál es el problema? Seguro algo hay.

Angie Todo me da miedo: Bueno pero buscar trabajo implica que tenemos que ir a una entrevista…nunca fuimos a una entrevista de trabajo.

Angie Quiero vivir la vida: Bueno, siempre hay una primera vez para todo. Y además no debe ser tan grave. Hay que decir lo que quieren escuchar y ya.

Angie Todo me da miedo: Pero nos van a juzgar, la vamos a pasar mal y vamos a comprobar que efectivamente somos un fracaso. Que ya lo sabemos… ¿por qué tenemos que ir a lo masoquista a que nos lo recuerden?

Angie Quiero vivir la vida: Uyyy hermana qué insoportable que sos. Te das cuenta ¿no? Te voy a decir algo…si no logramos nada en la vida, va a ser puramente tu culpa. ¿Por qué? Porque con tal de no fracasar, preferís no arriesgarte. No arriesgándote no perdés, pero… ¿qué ganás? Nada. Si nunca salimos al mundo ¿qué carajo querés conseguir? Sí, es re cómodo acá sin hacer nada…no hay peligro de fracaso, pero… ¿y?

Angie Todo me da miedo: ¿Y qué?

Angie Quiero vivir la vida: … ¿Y qué va a ser de nuestra vida? ¿Qué pretendés? ¿Qué esperás que pase? ¿Vivir con los viejos hasta que nos muramos?

Angie Todo me da miedo: N…no…pero…no sé. No sé. No quiero ir a una entrevista, nos van a bardear, tratar mal, o no sé…nos van a ningunear o hacer sentir como hormiguitas indefensas que no podemos entrar al sistema. No sé. No no. No quiero pasar por eso.

Angie Quiero vivir la vida:…bueno…puede pasar. Y si nos ningunean pues bien por ellos. El punto es que nosotras necesitamos vivir también. Y además, no queremos entrar al sistema. ¿Para qué querés caerle bien a esa gente de mierda? Lo hacemos porque lo necesitamos nomás.

Angie Todo me da miedo: S…sí…pero…no me animo. Todo es culpa de los ataques…yo antes podía con todo pero ahora todo me da miedo. ¿No te acordás lo mal que la pasamos?

Angie Quiero vivir la vida: Sí, pero ya pasó. No lo estoy minimizando eh…yo sé muy bien cómo sufrimos, pero si lo convertís en un escudo para no hacer nada…lo estarías dejando ganar.

Angie Todo me da miedo: Tal vez necesito más tiempo…

Angie Quiero vivir la vida: Hagamos algo…por lo menos empecemos a mandar CVs…en una de esa ni siquiera nos llamen para una entrevista.

Angie Todo me da miedo: Seguro no nos llaman si somos un frac—

*Angie Quiero vivir la vida bofetea a Angie Todo me da miedo hasta dejarla knock out*

Con las Angie empezamos a mandar CVs y a seguir estudiando y metiendo materias. Por un lado como robotito tarea tras tarea sin realmente pensar en qué estábamos haciendo, por el otro con el sueño de recorrer el mundo refloreciendo de a poquito.

Cuestión, tras un par de entrevistas falladas y con la típica “joven de 20 años con 5 años de experiencia y tres masters” finalmente terminé en un call center de ventas de planes telefónicos.

El laburo era un bajón total, pero eran algo entre 4 y 5 horas por día, lo cual me permitía cursar y estudiar.

La cagada principal era que no teníamos compu y las llamadas entraban como por un conmutador que apenas cortaba llamaba automáticamente. Es decir, la cantidad de veces que llamé a una misma persona en un período de una hora. Las de puteadas que me comí. Teníamos que mentir con TODO porque el edificio tenía cero instalaciones.

Un día me estaban controlando las llamadas (no me había dado cuenta) y me escucharon diciéndole la verdad a un cliente, admitiéndole que el plan en realidad era un engaño, y obviamente, me echaron.

Sí sí, leyeron bien, me echaron del primer trabajo porque estaba diciendo la verdad. Soy como Marge cuando laburaba en la inmobiliaria…de “existe la verdad y “la verdad””

Ataques

Pero en fin, sí…realmente no podía ser parte del sistema. Los capos del mercado, las ventas y etc., me comen cruda.

El tema principal es: ahora lo pienso y entiendo así, pero en ese momento, para mí, significó otro nuevo fracaso. El primer laburo que consigo, me echan. Sí…por honesta…pero…pasó lo que supuse que iba a pasar. Lo que la Angie cagada en las patas había previsto.

Me echaron por inútil.

Me echaron de un trabajo que en teoría cualquiera podía hacer. Pero yo no.

Y esto le vino EXCELENTE a esa parte de mí que esperaba que el mundo le demuestre que era una gran inútil y que mejor no aspirara a nada.

La parte interna que me quería ver fracasar se escudaba en eso. Cualquier boludés que significara un fracaso, hacía que la Angie miedosa se regocijara y sintiera triunfante…se alegraba de fracasar ¿Por qué? Porque le daba más excusas para encerrarse tranquila y no tener que salir a pelear nada.

¿Para qué iba a pelear si ya de entrada sabía que iba a fracasarla rotundamente? El destino le estaba dando la razón.

Y claro, cómo hacerme entender en ese momento que no ser buena para las ventas no significaba que era un fracaso de la vida en general. Angie miedosa comprobó efectivamente que ser parte del sistema y las ventas desconsideradas no era lo suyo.

¿Cómo remontarla? No era nada grave, pero para alguien con el autoestima vidístico por el piso, era la peor desgracia posible.

Pero como siempre, como mis vaivenes de las mil personalidades, la lucha interna seguía: la mentalidad fracasada estaba a pleno, pero también la parte de “tengo una sola vida, hay que aprovecharla y hacer lo más posible” se estaban disputando el futuro a las piñas.

Es raro de explicar mis sentimientos, porque soy una persona demasiado intensa y extremista, o me creo la peor o me como el mundo (literal, toda obesa andando lentamente por las calles del mundo mientras Stewie la sigue de atrás tocando el trombón).

Perdón, retomo.

Sí, en ese momento lo viví como un gran fracaso. Me acuerdo como si fuera ayer, volviendo a las 9 de la noche, caminando por Av. Corrientes, toda deprimida, porque seguía siendo un fracaso para todo, y en la angustia, comprándome la Cosmopolitan del mes. Dios…qué etapa super turbia. Que esto quede acá. (?).

Seguí deprimida un tiempo y después hice click.

Ataques de pánico

Lo entendí:

El mundo no me estaba diciendo algo malo, al contrario. El mundo me estaba demostrando que había tenido razón desde un principio, ¿por qué estaba fracasando en la vida que estaba intentando tener? Porque no era lo que quería, no era lo que necesitaba, no era para lo que había nacido, y definitivamente, no era  vida.

Ahí afloró el conflicto interno pero ahora más nítido:

¿Te das cuenta? Cuando las cosas salen mal es porque no estás haciendo lo que querés. Y ahora que lo sabés…ahora que estás enfrentada a la realidad, te toca tomar la decisión más difícil:

Admitir que no sos feliz y que lo que te hace feliz está allá afuera, lejos de la rutina, la seguridad y la zona de confort.

¿Tenés la fuerza para tirarte el lance?

Ataques de pánico y viajar – 3ra parte

6 Comentarios

  • Paz

    Genia! estaba esperando esta segunda parte desde hace mucho, que no falta tanto para que aparezca la tercera! Para mí sos una gran inspiración!

      • Anto!

        Continuaaaaa pronto por favor!!! Necesito saber más o menos que paso jajaja.. Yo hace un tiempo estuve más o menos en tu situación, estuve 4 años tratando de terminar una carrera que no era para mi, hasta que tome valor y me puse a estudiar lo que siempre quise! Y ahora estoy tomando más valor para arrancar a viajar, que es algo que también siempre soñé.. Así fue como llegue a tu blog y me encanta 🙂
        “Cuando las cosas salen mal es porque no estás haciendo lo que querés.” Adhiero completamente!!
        De verdad te digo, sos una genia, seguí escribiendo así porque tenes un estilo único!!! Y gracias por compartir todas tus experiencias, creeme que son de mucha ayuda!!!
        Beso enorme!!

  • Mica

    Che, sos una genia. Te leo hace poco y me hacés cagar de risa siempre, y eso lo re admiro porque también se nota que sos bastante profunda y cuando se suman esas dos cualidades (profundidad + sentido del humor) aparecen las personas que me gusta conocer, las que creo que valen la pena. Yo no llegué a tener ataques de pánico tan fuertes, yo digo que fueron ataques de ansiedad, es muy parecido porque también flasheaba que me iba a morir pero también sabía que me lo estaba imaginando. Creo que no llegaron a ser ataques de pánico porque podía caretearla y aunque la pasaba como el orto haciéndolo, lo tenía bastante controlado. Esto me pasó a los 17, ahora tengo 19 y siento que pasó una eternidad de eso, y también lo veo como un gran aprendizaje porque creo que necesitaba darme cuenta a los golpes de lo que me pasaba. Ahora estoy por hacer mi primer viaje largo a Brasil y el hecho de viajar en avión es algo que me tiene con bastante ansiedad, y el otro día por pensar tanto en eso volví a experimentar un pequeño ataque y me di cuenta que en realidad mi miedo es tener un ataque de pánico en el avión, y ahí se me vinieron todos los miedos a la cabeza. Yo también hablo internamente con mis dos Micas, jajajaja, la que piensa que si el avión con suerte no se cae, cuando llegue se va a quedar sin plata y no va a lograr hacer nada de lo que quiere en el viaje y la que sabe que los miedos hay que enfrentarlos siempre porque el mundo es hermoso y vale la pena hacerlo. Y me encanta haber encontrado esta entrada justo hoy porque necesitaba leer algo así, reírme de mis miedos y verme así reflejada en lo que escribiste. Repito, sos una genia, por haberle ganado a eso que es una mierda que sólo los que lo experimentamos creo que podemos entender, y por tu manera de escribir. Obvio que te voy a seguir leyendo, te mando un abrazo grandeee!

    • Titinroundtheworld

      ¡Hola Micaaaaaaaaaaaa! Graciaaaas. Boluda…yo a los aviones…FOBIA. Pero no me queda otra, así que mi combinación preferida de todos los viajes…apenas despega y viene la primer comida: botellita de vino para bajarme el tranquinal y duermo todo el viaje jaja que si se cae ni me entero.

      Respecto a los ataques y sí…hay que vivirlos. Los míos fueron heavy e intensos, pero por suerte no duraron “tanto” (o sea, fueron los 7 meses más interminables de mi vida…pero sé de gente que lucha con eso por AÑOS). Y por suerte entendí que estaba todo adentro mío y que dependía de mí.

      Me alegro que te haya gustado el blog 🙂 y ojalá te sirva de motivación cuando te bajonees.

      Besote enorme y gracias por leerme y escribirme 🙂